Patrones de alimentación de los mosquitos invasores en Europa y sus implicaciones para la salud pública

Artículo de Sonia Cebrián-Camisón, Josué Martínez de la Puente y Jordi Figuerola.

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Los mosquitos son un grupo que engloba un gran número de especies y, más allá de las molestias directas que causan a los humanos por sus picaduras, despiertan un gran interés por ser los principales vectores (transmisores) de multitud de patógenos que causan importantes enfermedades. Entre estos patógenos encontramos nombres tan famosos como los de los virus causantes de enfermedades como el Zika, Dengue, Fiebre Amarilla o la fiebre West Nile.

Algunas de estas enfermedades, en ocasiones comunes en otras zonas del planeta, tristemente están ocupando espacio en los noticiarios de nuestro entorno. Un ejemplo de ello lo encontramos en el caso del virus West Nile que durante 2020 causó en Andalucía el brote más importante conocido hasta el momento en España.

No obstante, además de estos virus, los mosquitos también son responsables de la transmisión de otros patógenos, entre los que encontramos parásitos que afectan a la fauna silvestre y doméstica además de a las personas, como son las filarias y los protozoos, incluyendo los parásitos de la malaria. Por todo ello, las enfermedades transmitidas por mosquitos son consideradas como importantes factores a considerar en salud pública.

Preocupación por las enfermedades transmitidas por los mosquitos

Cada día aumenta la preocupación debido a la emergencia o reemergencia de nuevas enfermedades de transmisión vectorial a lo largo del planeta. El establecimiento de una especie de mosquito en áreas donde anteriormente no estaba presente puede tener graves consecuencias tanto para la salud humana como para la salud de los otros animales. En Europa las especies invasoras del género Aedes representan un importante problema. Este género de mosquitos cuenta ya con cuatro especies establecidas en el continente: Aedes aegypti, Aedes japonicus, Aedes koreicus y, probablemente el más conocido en nuestro entorno, Aedes albopictus, popularmente conocido como el mosquito tigre. Estas especies están expandiéndose por todo el mundo gracias, entre otros factores, a la globalización del comercio y el transporte de mercancías.

Un buen conocimiento sobre la ecología y comportamiento de alimentación de estos vectores es esencial para poder estimar el riesgo de transmisión de enfermedades y actuar en consecuencia. En la actualidad, estas especies de mosquito están siendo un importante objeto de estudios interdisciplinares para reducir las molestias y riesgos para la salud que representan.

Muchos de los patógenos que son capaces de transmitir desarrollan buena parte de su ciclo vital en el interior de los insectos. Las hembras de los mosquitos al picar transmiten dichos patógenos a sus hospedadores vertebrados, es decir, a los animales sobre los que se alimentan de sangre. Cabe recordar que únicamente las hembras de mosquito son hematófagas, o dicho de otro modo, se alimentan de sangre, ya que necesitan ese aporte proteico para desarrollar sus huevos y completar su ciclo vital.

Sonia Cebrián.

Patrones de alimentación de los mosquitos

En este sentido, dada la importancia de los patrones de alimentación para entender las tasas de contacto entre hospedadores infectados y susceptibles a la infección, diferentes grupos de investigación han desarrollado estudios para identificar los animales a los que pican estos insectos. Así se ha podido confirmar que las diferentes especies de mosquito presentan claras preferencias y diferencias comportamentales a la hora de seleccionar un hospedador, es decir, diferentes especies de mosquitos pican a diferentes especies o grupos de animales vertebrados.

Conocer estos patrones de alimentación, y por tanto, las interacciones entre especies, nos permite entender la circulación de patógenos entre la fauna, así como estimar la posibilidad de que estos patógenos den el salto a otras especies animales, incluyendo el ser humano.

Estos patrones de alimentación pueden estudiarse identificando la especie de procedencia de la sangre presente en el abdomen de las hembras de mosquito. Para ello existen diferentes técnicas, siendo las técnicas moleculares las más versátiles que han favorecido importantes avances en este área de estudio.

En nuestro último trabajo, recientemente publicado en la revista Insects y titulado “A literature review of host feeding patterns of invasive Aedes mosquitoes in Europe“ , hemos revisado los patrones de alimentación de las cuatro especies invasoras del género Aedes en Europa.

Para ello, hemos recopilado toda la información disponible sobre los animales de los que se alimentan estos insectos en el mundo, teniendo en cuenta tanto sus rangos de distribución natural como las zonas donde se consideran especies invasoras. En total, recopilamos información de 46 estudios que habían identificado el origen de la sangre presente en más de 11.600 hembras de mosquito.

Pican a 26 especies de mamíferos y 11 especies de aves

Los resultados fueron sorprendentes en cuanto a la diversidad de especies de las que estos insectos eran capaces de alimentarse, incluyendo 26 especies de mamíferos y 11 especies de aves. Además, estos mosquitos también se alimentaron de la sangre de otros grupos de vertebrados, entre los que se encontraron anfibios, reptiles e, incluso, peces. No obstante, a pesar de su capacidad para alimentarse de grupos tan diversos de vertebrados, pudimos constatar que los mamíferos destacan como el grupo dominante en las alimentaciones de estas especies de mosquitos.

El porcentaje de alimentaciones de estos insectos sobre personas osciló entre el 36%, en Aedes japonicus, y el 93% del total de las alimentaciones en Aedes aegypti. Al comparar estudios a nivel global y a nivel europeo estos patrones de alimentación son similares.

Jordi Figuerola.

Sin embargo, destaca el reducido número de mosquitos analizados en nuestro continente a pesar de la amplia distribución de algunas de estas especies, siendo especialmente destacable el caso del mosquito tigre. Los estudios desarrollados en la Europa continental se han focalizado únicamente en un bajo número de individuos y especies presentes en España, Italia, Suiza y Países Bajos, lo que evidencia el arduo trabajo que aún queda por hacer.

Esto es importante considerando que los patrones de alimentación de los mosquitos pueden variar entre zonas de estudio, especialmente considerando su grado de urbanización, la densidad de humanos, o debido a la diferente densidad de otras especies animales sobre las que alimentarse. Así, debido a que la mayoría de estudios analizados fueron desarrollados en zonas urbanas, podría darse el caso de que los patrones observados para algunas especies estuviesen sesgados hacia las alimentaciones sobre personas.

En general, estos resultados constatan la importancia de los mamíferos, y especialmente, de las personas como principales fuentes de alimento para las hembras de mosquito invasores del género Aedes. Debido a su capacidad para transmitir diferentes patógenos que pueden afectar a los humanos, estos patrones evidencian que su presencia aumenta el potencial para la transmisión de varias enfermedades en el entorno.

No obstante, estos resultados también nos enseñan la otra cara de la moneda, como es el enorme trabajo que aún nos queda por hacer para cuantificar los efectos de estas poblaciones invasoras sobre los patrones de transmisión de patógenos en Europa y cuál es el riesgo de emergencia o reemergencia de diferentes enfermedades. Para ello, se hace indispensable aunar esfuerzos y conocimientos propios de diferentes disciplinas que a priori pudieran parecer tan dispares como la ecología, la parasitología, la entomología o la epidemiología, incluyendo estudios con un enfoque de ciencia básica y aplicada.

Agradecimientos. Los autores quieren agradecer a Novaciencia la oportunidad de publicar este trabajo. Este estudio fue posible gracias a la financiación por parte de instituciones como el Ministerio de Ciencia e Innovación (proyecto PGC2018-095704-B-I00) y el apoyo de la acción AIM-COST (CA17108) con fondos europeos.

Artículo elaborado por Sonia Cebrián-Camisón 1, Josué Martínez de la Puente 2,3,, Jordi Figuerola 1,3
1 Estación Biológica de Doñana, Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
2 Departamento de Parasitología, Universidad de Granada.
3 Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP).
* emails: scebrian27@gmail.com (S.C.C.); jmp@ugr.es (J.M.P.); jordi@ebd.csic.es (J.F.)

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