Nerea Luis: «En el trabajo, la inteligencia artificial va más de colaboración que de sustitución»

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La doctora en Ciencias de la Computación e ingeniera experta en inteligencia artificial, Nerea Luis, destaca los grandes avances que han experimentado en pocos años los modelos de inteligencia artificial. Nerea Luis participa como ponente en el curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) Introducción práctica a la inteligencia artificial y el deep learning, dirigido por Andrés Ortiz, ingeniero en Electrónica y profesor Titular del Departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la Universidad de Málaga (UMA), y Francisco Jesús Martínez, ingeniero de Telecomunicación y doctor en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones por la Universidad de Granada (UGR).

Durante su intervención ha animado al alumnado a “descubrir la inteligencia artificial como herramienta, ya presente en muchos campos”, alejándose de los “mitos propios de la ciencia ficción”. Asimismo, ha recordado la importancia de una aproximación ética a estos avances, que requiere “diversidad en los equipos humanos y los conjuntos de datos” para evitar sesgos en una tecnología que cada vez decide más sobre nuestras vidas.

“En los últimos años hemos visto un avance tremendo en la inteligencia artificial generativa, que es capaz de crear imágenes creativas, incluso con copyright propio, o los llamados deepfakes”, ha explicado la experta. Las aplicaciones de estos modelos son muchas, “desde el marketing al diseño de personajes”. Servicios capaces de escribir artículos especializados de forma automática o crear imágenes de cualquier cosa bajo demanda están llegando cada vez más al gran público gracias a modelos como GPT-3 o el popular Dall-e Mini.

Cómo afectará la inteligencia artificial al mercado laboral

Respecto a la disrupción del mercado laboral que ello plantea, la especialista cree que dependerá en buena medida de la labor en cuestión. “Habrá cosas que cambiarán. Las inteligencias artificiales son muy buenas cuando el contexto está acotado y la tarea es repetitiva, como detectar manchas en un documento médico o verificar errores en distintos tipos de documentos”. Sin embargo, considera que tareas más dedicadas a la cognición, como «revisar la coherencia de un texto”, son difíciles de replicar. “Veremos algunas de esas tareas delegadas en máquinas para centrarnos en las de mayor capacidad”, asegura. Con todo, “la cosa no va tanto de sustitución como de colaboración», ha indicado.

La rapidez con la que algunos modelos de inteligencia artificial evolucionan ha despertado asimismo preocupación por su abuso. Así ocurre con los deepfakes: simulaciones de vídeo o audio generadas por ordenador y casi indistinguibles de la realidad que se propagan en una sociedad que ya tiene un serio problema de desinformación.

En este sentido, Nerea Luis explica que existen distintos esfuerzos por poner coto a estos malos usos, a la espera de mayor regulación. “Hablamos de una tecnología nueva que, salvo en casos concretos como la salud, cuenta con poca regulación”. En el caso de los deepfakes, los intentos existentes pasan por mejorar la transparencia y trazabilidad de estos archivos, mediante «una firma propia que en teoría no puede eliminarse, y explica cómo se ha generado la imagen. Es de esperar que termine por convertirse en algo estándar”. Próximamente, Europa podría exigir pronto más transparencia a estos modelos, mediante “una serie de auditorías que aporten mayor transparencia”, recuerda la ingeniera.

Diversidad detrás del algoritmo

Además, otro de los retos pendientes es el de diversificar a las personas detrás de los algoritmos, para evitar contagiar la desigualdad en un sector donde las mujeres continúan siendo minoría. Al respecto, la desarrolladora ha puesto de manifiesto la necesidad de “más diversidad en los equipos humanos y distintos puntos de vista, sean de género, edad o raciales”, ya que ello redundará en que “los datos y modelos sean más robustos”, algo importante dado “su impacto a nivel global”. “De ahí el interés en extender esta tecnología a otros campos que sí han tenido presencia femenina, como la salud o el impacto social”, ha insistido.

Francisco Jesús Martínez y Andrés Ortiz, directores de este curso de verano de la UNIA.

Curso sobre inteligencia artificial y deep learning en la UNIA de Baeza

El curso Introducción práctica a la inteligencia artificial y el deep learning se ha celebrado en la primera semana de los Cursos de Verano de la UNIA en la Sede baezana y ha supuesto un acercamiento a los conceptos y procesos básicos, pero también incluye cuestiones poco habituales en estos formatos, como los últimos modelos desarrollados en el ámbito del aprendizaje con refuerzo o la clasificación de imágenes, entre otros. En este sentido, el encuentro pasa revista a los hitos de mayor impacto surgidos en los dos últimos años: el procesado de lenguaje natural de GPT-3 o el plegado de proteínas que posibilita AlphaFold, por ejemplo. La programación, explican sus directoresAndrés Ortizy Francisco Jesús Martínez, busca también poner en valor la ventaja industrial que supone esta tecnología y las oportunidades que puede traer incluso en zonas económicas alejadas de los tradicionales ejes industriales, como Jaén.

El curso, que encaraba su segunda edición, apunta a repetir el considerable éxito cosechado en 2021. Durante la semana el alumnado ha podido conocer aplicaciones prácticas de la tecnología, desde eldiagnóstico automático de enfermedades al reconocimiento de estilos arquitectónicos; profundizar en las últimas tendencias en redes de grafos e interpretabilidad, reflexionar sobre la necesaria base ética de esta revolución y generar conocimiento en red entre expertos en la materia. El programa dedica también sesiones a aspectos importantes de esta tecnología, como el aprendizaje no supervisado, las redes generativas GAN y la detección de objetos del machine learning. Finalmente, una mesa redonda en torno al impacto de la inteligencia artificial en la salud.

Han intervenido como ponentes, además de la mencionada Nerea Luis, el investigador del Departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la Universidad de Málaga, Marco Antonio Formoso; la doctora en Inteligencia Artificial por la Universidades de Turku y Granada, Natalia Díaz; el catedrático del departamento de Teoría de la Señal, Telemática y Comunicaciones de la Universidad de Granada, Juan Manuel Górriz; el profesor de Derecho criminología e investigador en inteligencia artificial de la Universidad de Granada, Javier Valls; la responsable de ciencia de datos en Naru Intelligence, Macarena Sevilla y la ingeniera de Roche Pharma, Selva Taskol.