Barcelona, Madrid y Granada deben reducir las emisiones de gases hasta un 78 % para cumplir la normativa

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Imagen de los investigadores autores del estudio.

En pleno debate sobre las restricciones a los vehículos más contaminantes, un estudio de la Universidad de Granada revela que Barcelona, Madrid y Granada deberían reducir en un 78%, 56% y 16%, respectivamente, las emisiones totales de óxidos de nitrógeno que sufren en la actualidad, para cumplir con el límite legal anual para la protección de la salud humana, aunque reconoce avances en Madrid y Barcelona en los últimos años, mientras que en Granada no ha habido cambios.

Concretamente, los investigadores del Grupo de Física de la Atmósfera, estiman que las ciudades de Barcelona, Madrid y Granada deberían reducir en un 78%, 56% y 16%, respectivamente, las emisiones totales de óxidos de nitrógeno (NOx) que sufren en la actualidad, para cumplir con el límite legal anual de 40 µg/m3 para la protección de la salud humana respecto al dióxido de nitrógeno (NO2).

El NO2 es uno de los principales contaminantes atmosféricos que se forma en los procesos de combustión a altas temperaturas. En las aglomeraciones urbanas europeas, los altos niveles de dicho contaminante se deben principalmente, directa o indirectamente, a las emisiones de los vehículos. El NO2 puede ser emitido por los vehículos directamente a la atmósfera (NO2primario), o puede tener un origen secundario (NO2 secundario) tras reacciones químicas en la atmósfera debido a la emisión de diferentes contaminantes (principalmente monóxido de nitrógeno, NO).

El NO2, junto con el ozono y el material particulado, son los principales contaminantes en la Unión Europea, siendo responsables de 400.000 muertes prematuras anualmente. De acuerdo con el último informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente, solo el NO2 es responsable de 4.280 muertes prematuras anualmente en España y de 71.000 en la UE.

Pese a las medidas, numerosas ciudades exceden los límites

A pesar de la puesta en marcha de diferentes medidas a nivel europeo, nacional y regional en las últimas décadas para la mejora de la calidad del aire en la Unión, aún existe un alto número de ciudades europeas que exceden el límite legal anual para el NO2 de 40 µg/m3, en vigor desde el año 2010. Entre las medidas para la mejora de la calidad del aire está la implantación de sistemas de tratamiento de las emisiones de partículas de los vehículos diesel (los llamados Euro III, IV, V), que permiten una reducción muy significativa en las emisiones del material particulado, pero producen un aumento en las emisiones del NO2 primario.

El estudio de la UGR, publicado en la prestigiosa revista científica Science of the Total Environment, presenta un análisis de la serie de datos de la concentración total de NO2 (2003-2014) en tres ciudades españolas, Barcelona, Madrid y Granada. Los investigadores observaron una significativa disminución de las concentraciones de NO2 en Madrid (30%) y Barcelona (25%), mientras que en Granada (con valores siempre por debajo de Madrid y Barcelona) las concentraciones han permanecido inalteradas durante el periodo de estudio.

Son necesarias más medidas de control

Como explica el autor principal del trabajo, Juan Andrés Casquero-Vera, miembro del Grupo de Física de la Atmósfera de la UGR, “a pesar de las mejoras en Barcelona y Madrid, las tres ciudades siguen incumpliendo el límite anual de 40 µg/m3, y siguen siendo necesarias más medidas de control para la mejora de la calidad del aire”. Una de las causas de esta situación es el aumento de las emisiones del NO2 primario. Con la implantación de los estándares Euro III, IV, V, los vehículos diesel incorporaron sistemas de tratamiento de las emisiones de partículas que produjeron un aumento de NO2 primario.

En este sentido, como se apunta en el trabajo, la contribución del NO2 primario a las concentraciones totales de NO2 aumentó en los primeros años del estudio en las tres ciudades señaladas, debido a un aumento del parque diesel y la introducción de los vehículos diesel Euro III, IV, V, teniendo el NO2 primario una contribución en los últimos años entre el 19% y el 24% de las concentraciones totales de NO2.

“A pesar de su significativo impacto en la concentración total de NO2, nuestro estudio demuestra que una reducción drástica de las emisiones primarias de NO2 (cero emisiones de NO2 primario), solo supondría una disminución de las concentraciones totales a 39, 34 y 34 µg/m3 en Barcelona, Madrid y Granada, respectivamente”, señala el investigador de la UGR. Sin embargo, esta drástica disminución en las emisiones de NO2 primario no es posible, siendo necesaria una reducción del NO2 secundario, que representa más de un 70% de las concentraciones de NO2 en las tres ciudades.

Objetivo: reducir las emisiones totales de óxidos de nitrógeno

Por tanto, para cumplir con el límite anual, el estudio apunta que se deben reducir las emisiones totales de óxidos de nitrógeno (NOx= NO + NO2), lo que conllevaría una reducción de las concentraciones primarias y secundarias de NO2. Se estima que, para cumplir con el límite anual de 40 µg/m3, las emisiones de NOx deben reducirse en un 78%, 56% y 16% en Barcelona, Madrid y Granada, respectivamente.

Finalmente, el estudio apunta a que la implantación de los vehículos diesel con el estándar Euro VI y la correspondiente actualización del parque de vehículos, conllevaría una mejora sustancial de los niveles de NO2 en el futuro.

“Mientras tanto, hay que destacar que los vehículos de gasolina suponen una mejora en cuanto al problema del NO2, aunque la movilidad basada en combustibles fósiles siempre representará un problema en cuanto a la calidad del aire y al cambio climático”, concluye el experto.

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