Un estudio de la UMH evalúa las partículas presentes en el aire de las aulas escolares cercanas a la industria

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Los profesores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche Manuel Jordán Vidal y África Martínez Poveda, en colaboración con investigadores del Instituto de Salud Carlos III y la Universitat Jaume I, han publicado un estudio sobre los tipos de partículas sólidas presentes en el aire de las aulas de educación primaria a lo largo de dos cursos escolares.

En sus conclusiones, proponen llevar a cabo políticas efectivas y medidas de mitigación para la protección de la salud de los niños en áreas altamente industrializadas que presentan mayor concentración de partículas.

Estudio de partículas muy finas

Este artículo se centra en el estudio de partículas muy finas (de menos de 2,5 micrómetros) presentes en el aire en siete centros de educación primaria de la provincia de Castellón, ubicados en un importante núcleo industrial dedicado al procesamiento de arcillas y otros minerales como materias primas cerámicas. El trabajo, titulado “Caracterización morfológica de partículas aéreas en suspensión captadas en el interior de siete escuelas primarias”, se ha publicado en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health. Según los investigadores de la UMH, este estudio amplía las aplicaciones de la mineralogía y geoquímica al servicio de la salud pública.

Tal como afirma el profesor Jordán, el objetivo del estudio es identificar y comparar los principales tipos de partículas que se encuentran en colegios ubicados en distintos entornos: en áreas urbanas, industriales y rurales. En las muestras, recogidas a lo largo de dos años mientras las aulas se encontraban en uso, se han encontrado tres tipos de partículas: compuestos minerales, partículas de procesos de combustión y partículas emitidas en hornos de alta temperatura como los utilizados para la cocción de baldosas cerámicas y la fusión de fritas. Las partículas, que pueden provenir de emisiones naturales o de la actividad humana, se han clasificado según su morfología y tamaño.

Se encontró una mayor concentración de partículas en una de las escuelas cercanas a la zona industrial. No obstante, otro colegio ubicado también junto a las fábricas tenía la menor concentración de partículas, pero presentaba una característica única: las ventanas de las aulas dan a un patio interior protegido de las corrientes de aire por el propio edificio. Este y otros factores han llevado a los investigadores a concluir que las características de los edificios influyen más en la concentración de contaminantes que la ubicación de la escuela. En publicaciones anteriores, el mismo equipo de investigadores advertía de la importancia de utilizar materiales de construcción y mobiliario de bajas emisiones, así como tener en cuenta la ubicación y orientación de los edificios.

Otra aportación del estudio es una escala visual de las partículas encontradas en las muestras, que van de 2,5 a 10 micrómetros de diámetro, en la que se calcula la proporción de calcio, silicio, azufre y otros valores relacionados de interés. Según el profesor Jordán, esta guía puede ser de gran utilidad en estudios epidemiológicos en las áreas donde se concentra la industria cerámica para estimar la exposición de los escolares a diferentes microambientes en el interior de los colegios.

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