Un medicamento contra la diabetes que ahora está entre los más usados: ¿por qué?

Entre 2019 y 2023 el uso de semaglutida, medicamente para tratar la diabetes, se incrementó hasta un 3.000 por ciento. Este fármaco, junto con la liraglutida, se utilizan desde 2009 para reducir los altos niveles de azúcar en la sangre de las personas con diabetes mellitus tipo 2; debido a su eficacia en la reducción del apetito, su uso indiscriminado como tratamiento para bajar de peso ha generado un serio problema de desabastecimiento.

Algunos medicamentos innovadores para tratar la diabetes están siendo utilizados por personas que quieren bajar de peso. Getty Images via AFP

Laura Alejandra Perilla Gutiérrez, magíster en Farmacología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explicó que «las personas con diabetes no pueden obtener los medicamentos, porque no hay unidades, y una posible razón es la compra y el uso indiscriminado de manera privada”, indica la magíster, quien analizó datos del Sistema Integrado de Protección Social (Sispro) y del Sistema de Información de Precios de Medicamentos (Sispre) de Colombia.

“Así se pone en tensión la equidad en el sistema de salud, ya que solo quienes tienen el dinero suficiente pueden adquirirlos, poniendo en riesgo la continuidad de los tratamientos que ya están en curso. Aún no se tienen datos claros de cuántos pacientes podrían verse afectados”, agrega.

Para qué fueron diseñados estos fármacos

La semaglutida y liraglutida fueron desarrolladas por una compañía danesa en los años 90 y aprobadas inicialmente para la diabetes tipo 2 en 2005 y 2009. Sin embargo, estudios posteriores demostraron que también ayudan a perder entre un 10 y 20 % del peso corporal, lo que llevó a su aprobación como tratamiento para la obesidad en 2014 y 2021.

En Colombia estos medicamentos se empezaron a usar en 2016, pero no hay registros oficiales de su consumo antes de 2019. Son más efectivos que otros tratamientos tradicionales como la metformina, porque imitan una hormona natural del cuerpo, el GLP-1, que regula la insulina y controla el azúcar en la sangre, y reduce el apetito al actuar en el cerebro.

Debido a que ayudan a disminuir el apetito, estos medicamentos se compran para tratar la obesidad. JEEF HAYNES/AFP

El problema de su uso para la obesidad es que se está generando un desabastecimiento para los pacientes con diabetes que los utilizan; de hecho, algunas personas no tienen ninguna de estas condiciones de salud, pero los adquieren sin prescripción médica poniendo en riesgo su vida, ya que los efectos secundarios pueden ir desde dolores de cabeza, mareos y náuseas hasta cáncer de tiroides, pancreatitis y trastornos alimenticios severos como la anorexia.

Tendencia marcada

Para encontrar los patrones de gasto y el uso de los medicamentos, la investigadora utilizó el lenguaje de programación R, que tiene el enfoque estadístico adecuado para analizar miles de datos e identificar aquellos que muestran las tendencias marcadas más importantes: el aumento en las ventas de los dos fármacos, su distribución entre las EPS y las farmacias privadas, los datos de pacientes con diabetes, y el costo para el sistema de salud comparado con otros medicamentos.

Otro problema que resalta es que los tratamientos contra la diabetes están concentrados en las grandes ciudades, “por ejemplo, en Bogotá y Cali, que tienen una de las prevalencias más altas para esta enfermedad, mientras que a zonas rurales y con difícil acceso en salud no han llegado estos fármacos”, señala la investigadora Perilla, que contó con la dirección del profesor José López Gutiérrez, del Departamento de Farmacia.