Las zancadas de Gerard Descarrega hasta Tokio

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A Gerard Descarrega (Reus, 27 años) se le conoce por ser la bala más veloz del atletismo paralímpico español. Aunque tratándose del campeón de los 400m T11 en los Juegos de Río de Janeiro, situarlo solo entre los grandes del panorama nacional es quedarse muy corto. Con tan solo 17 años, en 2011, conquistó el bronce mundial y desde entonces su nombre no ha dejado de escribirse con mayúsculas entre la élite internacional.

El catalán, que padece una enfermedad degenerativa que le provocó una ceguera total, es el recordman absoluto en todas las distancias de la velocidad española: récord nacional T11 en los 60, 100, 200, 400 y 800 metros lisos. A nivel continental posee las mejores marcas europeas T11 en los 400 y 800 metros lisos y, por si fuera poco, es campeón mundial en los 400m T11, con cuatro medallas en Mundiales, y dos veces campeón de Europa.

Sin embargo, él sabe que los campeonatos no solo se ganan en la pista, y en 2018 terminó el Grado en Psicología en la Universidad Católica de Murcia gracias al proyecto de la UCAM y el Comité Olímpico Español de tutorización para deportistas de élite. Una coincidencia que le une a su guía, Guillermo Rojo, que estudió el Máster en Alto Rendimiento Deportivo también en la UCAM.

Guillermo se convirtió en los nuevos ojos del campeón paralímpico en 2018, cuando Gerard se decidió por él para sustituir a Marcos Blanquiño, su anterior guía, que sufrió una lesión. Su primera prueba juntos fue el Europeo y de él salieron como campeones continentales. A partir de entonces decidieron afrontar juntos el camino hacia Tokio 2020.

La clasificación a los Juegos la obtuvieron directamente al batir la mínima A exigida por el Comité Paralímpico que eran 50,63”. Ellos hicieron 50,28” pero entonces vino la pandemia. A la vuelta se estableció como requisito batir nuevamente otra marca, la mínima B, lo que hizo que su clasificación a Tokio no se oficializara hasta los últimos meses, pero Decarrega y Rojo batieron los 51,90” sin problemas.

El Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat fue la última parada del vigente medallista de oro paralímpico. Sus entrenamientos se han desarrollado bien, sin molestias aparentes y con buenos ritmos, lo que carga de confianza al atleta de Reus en cuanto a su estado de forma de cara a la gran cita.

¿El objetivo? Conseguir otra medalla paralímpica que engrose el palmarés de la bala española en los 400 metros libres T11, luchar por revalidar su condición de campeón y, como él dice: “Sobre todo estar por debajo de mi marca personal”. Lo más importante para Gerard es superarse a sí mismo y, si los rivales son capaces de mejorar el progreso del número uno, no quedará más remedio que darles un abrazo.

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