Encuentran la manera de evitar que conductores sancionados por ir bebidos repitan esta conducta

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Un estudio realizado por científicos del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la Universidad de Granada (UGR) ha revelado que ser adicto al alcohol y a las drogas es un fuerte predictor de ser reincidente a la hora de cometer delitos al volante. Además, los adictos a estas sustancias son incapaces de disociar el consumo excesivo de alcohol o drogas cuando conducen.

La investigación, publicada en la revista Traffic Psychology & Behaviour, concluye que retirar el carné a los conductores reincidentes no es suficiente, sino que deberían implantarse programas que les ayuden a abandonar el consumo de alcohol y drogas, al menos durante la conducción

Las causas subyacentes al comportamiento de la reincidencia en tráfico podrían ser la punta del iceberg que representa un problema de salud global que sirve para detectar otros problemas sociales, familiares, y laborales graves.

El estudio realizado en la UGR busca identificar los factores que predicen el perfil de la reincidencia en conducción, analizando no solo el consumo de alcohol y/o drogas, sino también su capacidad para disociar el uso de alcohol y otras sustancias de la conducción.

En la investigación participaron un total de 315 conductores/as, 97 infractores/as (95,9 % hombres) y 218 no infractores/as (47,2 % hombres). Todos ellos respondieron a una batería de cuestionarios sobre hábitos de consumo de alcohol; consumo de drogas; la habilidad de disociar el consumo de alcohol y sustancias de la conducción; el nivel educacional; las infracciones de tráfico, los errores y los lapsus autoinformados y cuestiones sociodemográficas.

Investigadores de la UGR que firman este estudio sobre alcohol y conducción.

Los hallazgos subrayan que el consumo de alcohol no solo es un predictor clave del comportamiento delictivo al volante, sino que también lo es el consumo de drogas. “Estas adicciones son un problema de salud, y sus consecuencias son más graves cuando la persona afectada conduce un vehículo”, explica la autora principal del estudio, Cándida Castro Ramírez, investigadora del CIMCYC (Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento) de la Universidad de Granada.

Este artículo también pone en evidencia que los conductores reincidentes tienen una menor capacidad de disociar el consumo de alcohol y sustancias de la conducción que los no reincidentes. Los no reincidentes se muestran más capaces que los reincidentes de disociar el consumo de la conducción. “Además, los reincidentes admiten que conducirían después de ingerir 5 cubatas o más, o después de consumir cannabis, y más de la mitad de los no reincidentes también ha admitido que llegan a conducir después de haber tomado 1 o 2 cervezas”, explica la investigadora.

Cándida Castro apunta que “retirar el carné de conducir a los reincidentes, puede no ser suficiente. Deberían implantarse programas que les ayuden a abandonar el consumo de alcohol y drogas, al menos durante la conducción. Esto podría lograrse, por ejemplo, si recibieran intervenciones motivacionales y/o fueran derivados para tratamiento de desintoxicación en los casos de adición más graves”.