Arqueólogos localizan la calle que llevaría a la puerta de acceso al fortín del Tossal de la Cala en Benidorm

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Se observan las estancias y muralla norte documentadas desde 2013 junto al tramo final de la carretera.
Se observan las estancias y muralla norte documentadas desde 2013 junto al tramo final de la carretera.

Desde el verano de 2013 la historia de Benidorm se va escribiendo piedra a piedra excavada por arqueólogos de la Universidad de Alicante. El Tossal de la Cala fue un fortín o castellum mandado construir por el general Sertorio, político y militar romano de la época final de la República romana (siglo I a.C.), dentro de un plan de fortificación de la costa norte alicantina, probablemente en torno al año 77 a.C.

En este enclave trabajan desde esa fecha el equipo que codirige Feliciana Sala, Jesús Moratalla y Sonia Bayo, gracias al apoyo de la Concejalía de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Benidorm, promotora de las excavaciones, y del Grupo Bali. Estas excavaciones se enmarcan en las actividades de colaboración científica y transferencia del conocimiento establecidas según convenio entre el Ayuntamiento de Benidorm y la Universidad de Alicante. La excavación en el Tossal de la Cala se inscribe en el proyecto de I+D HAR2016-76917-P, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y desarrollado en el seno del Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante.

El grupo de investigación que lideraba la investigadora de la Universidad de Alicante, Feliciana Sala Sellés, comenzó trabajando en 2013 con la hipótesis de que los iberos de la comarca vivieran en el enclave integrados en el ejército romano como tropas auxiliares. Este plan de fortificación incluía también los cerros de Cap Negret (Altea), Penyal d’Ifac (Calp) y Punta de la Torre (Moraira). El control de la navegación de las naves del Senado romano que rebasaran el cabo de la Nao estaba asegurado. Sala afirmaba, ya durante la primera campaña, que estas conclusiones cambian la interpretación de la conquista romana de los territorios alicantinos.

En el último lustro

Desde hace cinco años se ha ido avanzando en la documentación de las estancias excavadas en 1943 por el Padre Belda y en 1956 por Alejandro Ramos y Miquel Tarradell, lo que ha permitido conocer la existencia de dos patrones o tipos constructivos que se pueden relacionar con los edificios de los oficiales o de la administración de la guarnición, los de mayor extensión, y con los contubernia y/o talleres, los más sencillos. El avance en el conocimiento de la arquitectura del castellum condujo a la exhumación del lienzo norte de la muralla, llevada a cabo en la pasada campaña (figura 1), apareciendo tal y como la describió Belda, un muro de mampostería de apenas 1 metro de anchura estratégicamente levantado sobre un escarpe natural del cerro de entre 2 y 3 metros de pared vertical.

Recién finalizada la quinta campaña de excavaciones en el Tossal de la Cala de Benidorm, los expertos handescubierto la calle que abocaría a la puerta de la fortificación propiamente dicha. Si bien el objetivo era hallar la puerta misma, elemento clave para conocer la circulación por el interior del fortín y, en consecuencia, su organización, no obstante, encontrar la calle es fundamental, explica Feliciana Sala.

“Saber cómo se organizaban las construcciones en torno a los espacios de circulación no es algo caprichoso”, afirma la arqueóloga. Este dato es básico para conocer cómo era la vida cotidiana en el castellum del Tossal de la Cala y, por tanto, en el ejército romano de época republicana en Hispania. Esta información permitirá musealizar el yacimiento con recreaciones reales. El Ayuntamiento de Benidorm ha previsto iniciar antes de fin de año la consolidación y musealización.

La calle que llevaría a la puerta de la fortificación, de 2,9 metros de ancho, está delimitada por el muro de fachada de las construcciones del fortín y empedrada con la roca natural del cerro. Las piedras ciclópeas forman parte del paramento de la muralla que recorre el lado sur del cerro y, se ha localizado otra construcción aneja de grandes piedras, adosada al lienzo ciclópeo, que “debe tratarse de un elemento de defensa de la puerta”, declara Sala.

Quinta campaña de excavaciones

Los investigadores partieron del objetivo de este año, que ha sido la localización de la puerta de la fortificación. Diversos datos que barajaban los especialistas hasta ahora parecían indicar que la puerta del fortín se encontraba donde hoy se ubica la ermita de la Virgen del Carmen y, desde allí, recorriendo una estrecha franja junto al cantil, ya en el interior del recinto fortificado, se llegaba a la cima donde se concentran las edificaciones documentadas estos años. Así figura en la reconstrucción virtual que se presentó en la conferencia impartida en el mes de mayo en el Salón de actos del Ayuntamiento de Benidorm.

Sin embargo, el Padre Belda publicó en los años 50 que el acceso al yacimiento estaba en su límite occidental. De este modo, durante esta campaña han trabajado en dos zonas distintas: de un lado, en el final oriental del lienzo de muralla exhumado el año pasado, comprobándose que la muralla está arrasada por este punto; de otro, en el extremo occidental del yacimiento, en un punto donde la planimetría de 1995 de E. Dies Cusí refleja piedras ciclópeas, ocultas por la vegetación, que podrían tener relación con el acceso visto por Belda en 1943 (Figura 2). En efecto, ha aparecido tal y como lo describió Belda. Sin embargo, lo que han descubierto no es la puerta de la fortificación propiamente dicha, sino la calle que abocaría a ella.

El primer paso, previo a la primera campaña, arrancó tras analizar la documentación de las excavaciones antiguas del padre Belda en 1943, de Tarradell en 1956 y de Francisco García Hernández en 1984. Fue entonces cuando los miembros del equipo de investigación de la UA plantearon esta campaña inicial, con el objetivo de descubrir la muralla descrita por el padre Belda en la memoria de sus excavaciones. El descubrimiento de la muralla, en el segundo día de la primera campaña, en 2013, venía a confirmar lo dicho en su día por el padre Belda y F. García. La muralla, con sólo un metro de grosor, cerraba muy eficazmente el recinto siguiendo el trazado de la cota 85 y corroborando que estaban ante un pequeño enclave fortificado de una media hectárea en la cima del Tossal de la Cala.

Feliciana Sala declara que “hemos llegado a un punto en que empezamos ya a conocer y a entender el yacimiento. No hay otro castellum de su cronología, de sus características, excavado en extensión como este”. Para ello, detalla, “hacemos como CSI, utilizando tecnología”.

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