La Universidad Católica de Murcia (UCAM) y la Fundación Jiménez Díaz abren nuevas vías para el tratamiento del cáncer de colon con vitamina C, un agente con un gran potencial y un coste reducido.
El cáncer colorrectal es el más diagnosticado en España, según los datos de la Red Española de Registros de Cáncer, con más de 44.000 nuevos casos en 2020; y el segundo que más muertes provoca a nivel mundial, con más de 880.000 fallecimientos, solamente superado por el de pulmón, según los datos de 2018 del Global Cancer Observatory.
Cáncer de colon, difícil de tratar en estados avanzados
Se trata de uno de los problemas de salud más importantes a nivel global y, aunque la detección temprana ha mejorado bastante y resulta muy eficaz, los tratamientos para cuando se encuentra en una fase más avanzada no acaban de vencer a la enfermedad.
La comunidad científica está buscando fórmulas que mejoren los tratamientos, que mejoren la quimioterapia, que sean más efectivos y, sobre todo, que actúen de manera selectiva, con ataques solamente a las células cancerosas. En este marco de investigación ha despertado gran interés un proyecto conjunto entre la Universidad Católica de Murcia (UCAM) y la Fundación Jiménez Díaz, que emplea la vitamina C para debilitar a los tumores.
Los primeros resultados de esta investigación liderada por Óscar Aguilera han sido publicados en la revista Theranostics, y son muy prometedores, a pesar de ser todavía muy preliminares.
Ensayos con modelos animales
El estudio se encuentra en desarrollo y actualmente el trabajo se está llevando a cabo con modelos animales. Por el momento, este equipo de investigación ha descubierto que la vitamina C es un potencial agente terapéutico para tratar ciertos tumores, cánceres hipóxicos, mutados en KRAS, que hasta ahora son resistentes a la quimioterapia y con mal pronóstico. En este grupo se encuentran algunos tipo de cáncer colorrectal, de ahí que se encuentre entre los que más complicaciones genera.
El proyecto es de gran interés tanto para investigadores biomédicos como para oncólogos y personal sanitario especializado e implicado en el diagnóstico y manejo clínico del cáncer. Además, también porque la vitamina C es fácil de obtener y muy barata, factores que incrementan el interés de los investigadores por desarrollar nuevos tratamientos basados en esta vitamina.
Uso terapéutico de la vitamina C contra cáncer de colon
“Estos resultados reabren el debate científico sobre el potencial uso terapéutico de la vitamina C, hidrosoluble y frecuente en la naturaleza, en el tratamiento del cáncer, y ofrecen esperanza a los enfermos oncológicos que presentan tumores resistentes a las terapias convencionales, haciéndolos mucho más sensibles a la quimioterapia, lo que podría aumentar notablemente su esperanza de vida”, explica el doctor Aguilera, postdoctorado en Marie Curie Fellowship, quien ya ha publicado anteriormente en ‘Oncotarget’ el estudio “Vitamin C uncouples the Warburg metabolic switch in KRAS mutant colon cancer”.
La investigación ha revelado que existe una casi total ausencia de efectos secundarios graves al usar megadosis de vitamina C, “lo que invita a la realización de ensayos clínicos con pacientes para su uso en combinación con diversas moléculas farmacéuticas de interés”, señala el doctor Aguilera.
Los investigadores aclaran respecto del cáncer colorrectal con mutación en el gen KRAS, que entre un 30% y un 50% de los casos se ven muy limitadas las opciones terapéuticas de los pacientes.
Terapias contra tumores KRAS
Desafortunadamente, las nuevas terapias dirigidas a tumores KRAS han fracasado en ensayos clínicos, por lo que se la considera una proteína imposible de atacar farmacológicamente, presentando un mal pronóstico. “La mutación en el gen KRAS está asociada a una transformación metabólica aberrante que conlleva la activación de las vías hipóxicas y reprogramación del metabolismo para la rápida obtención de la energía y crecimiento tumoral, lo que confiere al tumor una enorme resistencia a la quimioterapia convencional y terapias biológicas anti-EGFR”, indica el investigador principal del estudio.
La vitamina C, añade Óscar Aguilera, es capaz de inhibir dichas vías hipóxicas y revertir el metabolismo tumoral, dirigiendo las células del tumor hacia un metabolismo cuasi normal, mediante el cual no son capaces de obtener energía, colapsando energéticamente y muriendo.
Modelo de nuevas terapias para otros cánceres
De esta manera se podría controlar este cáncer, al tiempo que esta fórmula podría servir de modelo para el desarrollo de nuevas terapias aplicadas a otros tipos de cáncer.
La investigación fruto de la colaboración entre la Católica de Murcia y la Fundación Jiménez Díaz se enmarca en una estrategia de la universidad murciana, para potenciar la investigación en el campo de la salud con fondos propios. De esta manera, además de ofrecer un servicio a la sociedad, por medio de nuevos avances en el tratamiento de enfermedades tan terribles como el cáncer, se potencia la faceta investigadora de la UCAM en un campo en el que tiene un gran interés y que la ha llevado a estar en puestos de privilegio, tanto en materia docente como científica.
En su discurso de apertura del curso, el presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, remarcó la inversión de hasta 17 millones de euros en investigación.
Grupo Ciencias de la Vida, investigación en Salud
La apuesta de la UCAM por la investigación en el campo de la salud se ha visto reforzada por la creación del grupo Ciencias de la Vida, un clúster en el que colabora con Cognitive Experts, Genetracer Biotech, PeRTICA, Biosmo y la Asociación Madrid Network, y con el que persigue mejorar la alianza público-privada en el campo de la investigación e innovación biomédica y clínica.
Este grupo de investigación nace con el objetivo de compartir tecnología y conocimientos, “consiguiendo así que los avances en este campo puedan ser mucho más rápidos”, asegura Estrella Núñez, vicerrectora de Investigación de la Universidad Católica de Murcia y secretaria del clúster. Éste se constituye con vocación nacional, pero colaborará con otras agrupaciones internacionales.
Con su creación, se pretende ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas, la sostenibilidad del entorno, el desarrollo económico y la generación de empleo de alto valor añadido ligado al campo de la salud, “poniendo el conocimiento al servicio de la sociedad”, señala Estrella Núñez.
Para ello fomentarán una colaboración público-privada efectiva y acercará la ciencia a la sociedad, sobre todo desde la educación y la colaboración empresarial a través de iniciativas encaminadas al fortalecimiento de la cultura investigadora a todos los niveles.