900 nuevas hectáreas bajo control biológico

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Image Después del último Comité Técnico de Certificación celebrado por AENOR, seis empresas comercializadoras asociadas a COEXPHAL han obtenido el sello que certifica el uso de la lucha biológica contra plagas a través de la UNE 155.400. Las empresas y agricultores que manejan fincas mediante técnicas de lucha biológica contra plagas ven reconocido así su esfuerzo a través de una certificación independiente y a través de AENOR. La comercializadora Eurosol, SAT, ha conseguido el certificado de control biológico para el cien de su producción de tomate, berenjena, pimiento, pepino y calabacín; Frutas Matillas, SL, ha certificado el control biológico de su producción de pimiento; Geosur, SCA, ha conseguido el sello para su producción de berenjena, calabacín, pepino y pimiento; Agroponiente Natural Produce, SL, ha certificado el pimiento; Indasol, SAT, la berenjena, calabacín pepino y pimiento e INVER, SAT la producción de pimiento bajo control biológico. La superficie total certificada por estas empresas asciende a casi 900 hectáreas. 

Las ventajas de la UNE 155.400

Las normas de lucha biológica han sido homologadas por el protocolo de buenas prácticas agrícolas GlobalGap y los reglamentos de Producción Integrada de la Junta de Andalucía. De esta forma, se sigue con el espíritu de la norma de ser homologable y adaptable a los distintos protocolos de calidad exigidos por clientes. Además, es actualmente, junto a la certificación ecológica, la normativa que garantiza en mayor grado un producto hortofrutícola con “residuo cero”. Por lo tanto, las empresas certificadas por estas normas que estén inscritas en el registro de operadores de Producción Integrada, pueden solicitar, sin necesidad de recibir controles adicionales, el derecho del uso de la marca de Producción Integrada de la Junta de Andalucía, así como todos los beneficios en cuanto ayudas asociadas. 

A la hora de comercializar el producto cultivado bajo las normas de lucha biológica contra plagas, la norma exige que ésta se realice a través de una marca específica para ello, debiendo contar las empresas con un sistema de trazabilidad completo en el que se asegure tal diferenciación en el origen de los productos. Este sistema de trazabilidad, así como el cumplimiento del resto de requisitos exigidos por la norma, es auditado en las empresas y productores de una forma continua a través de las llamadas visitas periódicas de seguimiento, que desde que se elaboró la norma, en el año 1997, ha sido siempre el elemento diferenciador de la norma UNE respecto a otros protocolos, desde el punto de vista de seguridad y compromiso con el cumplimiento de los requisitos exigidos por la norma por parte de los productores y empresas certificadas. 

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