La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha valorado que la inauguración del Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana “incrementa la oferta de excelencia y de calidad que se ofrece en esta tierra de museos” y da un “impulso definitivo a la valiente y decidida apuesta de esta ciudad por la cultura”.
Díaz ha subrayado en su discurso durante la inauguración del Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana que esta nueva pinacoteca “mejora la oferta museística de la ciudad” y completa un “complejo programa urbanístico y cultural que ha hecho de Málaga un reclamo de calidad y un lugar atractivo para sus habitantes”.
“Desde estos momentos, vamos a ofrecer al conjunto de Andalucía y a España una de las redes museísticas más importantes” de Europa. En efecto, la Aduana, unida al cercano Museo Picasso Málaga, “convertirá la ciudad y su centro histórico en un foco cultural de extraordinario interés y va a relanzar un centro histórico en el que también encontramos la Catedral, el Teatro Romano y la Alcazaba”.
Con este nuevo espacio, el centro histórico de Málaga “va a completar su transformación”, lo que, a su vez “significa un nuevo y decidido impulso al desarrollo social, cultural, económico y turístico de la provincia de Málaga”, ha apuntado Susana Díaz.
De esta forma, Málaga “suma y sigue en su apuesta por hacerse fuerte en un campo cada día más demandado de la cultura”, ha remarcado.
Díaz ha destacado que la inauguración del Museo de Málaga es un día “esperado”, porque viene a poner el colofón a “muchos años de negociaciones, acuerdos y obras”, y también “reconfortante”, porque “demuestra que cuando las instituciones cumplen con lo que quieren los ciudadanos, se tiene la conciencia y la satisfacción de haber cumplido con nuestro compromiso de servicio público”.
A su juicio, el Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana es fruto del “trabajo y el esfuerzo” de muchas instituciones y especialmente de los malagueños y malagueñas, ejemplificada en la Plataforma ‘La Aduana para Málaga’, en hacer de “este emblema de la arquitectura civil una de las pinacotecas más importantes de España y de Europa”.
La presidenta de la Junta ha recordado además que este “espacio para la cultura” que hoy se inaugura significa además una “conquista largamente anhelada” durante casi dos décadas y, en este sentido, ha reconocido la labor de la plataforma ciudadana a la hora de conseguir “el compromiso político de las instituciones para convertir este emblemático regionalista en un museo, en los términos que la ciudadanía venía reclamando desde 1997”.
La apertura del museo, ha insistido, es un “triunfo” del “diálogo y la lealtad institucional” entre distintas administraciones, así como de “ciudadanos activos, que nos han empujado a todos a lograr para Málaga lo que Málaga se merecía: un museo integrado, ambicioso y un marco digno para una obra de calidad y de un valor histórico incalculable; un museo que estaba en el ADN de la ciudad”.
Además, Susana Díaz ha señalado la oportunidad de haber escogido el 12 de diciembre como fecha de apertura, porque ese mismo día de 1997 fue cuando “miles de malagueños y malagueñas se echaron a la calle para pedir que este Palacio de la Aduana fuera lo que ya es: sede de su Museo y orgullo para su ciudad”.
En esta línea, la presidenta ha valorado que en el Museo de la Aduana se exhiben importantes colecciones, con un innovador discurso museográfico que permite “conocer y reflexionar sobre muchos momentos de la historia de Málaga y de Andalucía”. Junto a ello, “la cultura ayuda a la industria y a generar oportunidades de riqueza y de empleo”.
Asimismo, ha destacado que “con este gran museo, los responsables de las administraciones hemos hecho, sencillamente, lo que teníamos que hacer: cumplir con nuestra obligación y con nuestro compromiso y hacerlo desde la lealtad. Cada vez que esto ocurre en la política andaluza, gana Andalucía y en este caso gana Málaga”.
Susana Díaz ha inaugurado, junto al ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, el nuevo Museo de Málaga en el Palacio de la Aduana, que reúne las colecciones arqueológicas y de Bellas Artes bajo un innovador discurso museográfico. El espacio, que abrirá sus puertas al público a partir del 13 de diciembre, será gestionado por la Consejería de Cultura y pasará a formar parte de la red de Museos de Andalucía.
Datos del Museo de Málaga
El Museo de Málaga abre sus puertas tras el proceso de traspaso de la gestión a la Junta. La rehabilitación y adecuación museográfica del Palacio de la Aduana, desarrollada por la Administración central entre 2009 y 2014, incluyó la dotación de 4.456 metros cuadrados de espacios expositivos. En ellos se mostrarán 2.700 del total de 17.000 piezas y obras que conforman la colección de las antiguas sedes de Bellas Artes y Arqueología, clausuradas en 1996 y 1997, respectivamente.
La sección de Arqueología cuenta con unas 2.000 piezas procedentes en su mayor parte de yacimientos de la provincia de Málaga, con una cronología que se extiende desde la Prehistoria hasta la Edad Media. Destacan las esculturas de mármol de la Colección Loringiana, los fondos fenicios y romanos y las producciones cerámicas y de maderas talladas musulmanas.
Entre otros elementos singulares, se expondrán en el Palacio de la Aduana los restos óseos del neanderthal de Zafarraya, el material lítico del Paleolítico de Nerja, el medallón fenicio de Tramayar, los recientes hallazgos de la tumbas de Chorreras y del casco histórico malagueño, el mosaico del Nacimiento de Venus y las colecciones cerámicas de loza dorada procedentes de La Alcazaba.
Del siglo XX sobresale la producción de vanguardia de José Moreno Villa y la colección de obras de Picasso procedentes del Legado Sabartés, así como la muestra de arte local de las generaciones de los años 50 y 80.
Como obras singulares por su especial valor, destacan en la colección del Museo de Málaga las pinturas ‘Ecce Homo’ y ‘Dolorosa’, de Luis de Morales; ‘San Francisco de Asis’, de Murillo; ‘Bebedor vasco’, de Joaquín Sorolla; ‘El viejo de la manta’, de Picasso; ‘Esclava en venta’, de José Jiménez Aranda; ‘El milagro de Santa Casilda’, de José Nogales, y ‘Anatomía del corazón’, de Enrique Simonet, además de esculturas como ‘Cabeza de San Juan de Dios’, de Fernando Ortiz, o ‘San Antón’, de Pedro de Mena.
A la importancia que ofrece el periodo histórico de la Málaga del siglo XIX en la colección de arte se suma la propia elección como sede de un edificio tan representativo de la época como el Palacio de la Aduana.
Con más de 18.402 metros cuadrados construidos, el inmueble es ya una obra de arte en sí mismo. Edificado a finales del siglo XVIII para dotar a Málaga de una aduana acorde con el creciente comercio marítimo de su puerto, este palacete neoclásico fue diseñado por Manuel Martín Rodríguez con una clara influencia del estilo de Sabatini. Utilizado durante décadas como sede administrativa y comisaría, el proyecto de su rehabilitación y adaptación devolvió al edificio la cubierta original diseñada a dos aguas que se perdió en un incendio de 1922.
Museografía
En el Museo de Málaga se explican las colecciones que a lo largo del tiempo han ido depositándose en esta institución histórica y que permiten conocer y reflexionar sobre muchos momentos de la historia de Málaga y su provincia. Se aparta, por tanto, de las tendencias consagradas en otros museos similares, en tanto que se establecen como eje central del discurso expositivo las colecciones, con su origen y periplo hasta el momento en el que cada obra se presenta al visitante mostrando sus valores históricos y artísticos. El Museo de Málaga no cuenta una historia lineal ni intenta mostrar con otras colecciones los vacíos de la historia, sino que explica el porqué de dichas ausencias en determinadas épocas, respondiendo así a la historia singular del territorio malagueño.
La información se ofrece en diversos soporte: textual, gráfico, audiovisual e interactivo, aptos para distintos niveles de dificultad. Todos ellos pretenden ofrecer una presentación atractiva de las colecciones y las complementa con un lenguaje escrito, gráfico y visual de calidad. Con el fin de garantizar y facilitar la comprensión del discurso de todo tipo de público, la gráfica expositiva de la totalidad de la exposición permanente se encuentra en castellano y en inglés, y las hojas de sala y cartelas se presentan también en castellano e inglés.
Cada una de las áreas expositivas cuenta con paneles de gráfica en los que se desarrollan los contenidos de cada unidad expositiva, facilitando así la comprensión del discurso expositivo. A ello se añade la información individualizada de piezas especiales o destacadas.
A esta información más tradicional se le unen doce producciones audiovisuales y tres recursos interactivos, cuya información permite ahondar en el conocimiento de los principales temas que se apuntan en cada módulo expositivo, empleando para ello un lenguaje sencillo y entretenido, adaptado a los diferentes tipos de público. Cada uno dispone de un estilo audiovisual diferente adaptado a los objetivos comunicativos de cada recurso, lo que contribuye a estructurar el discurso y otorga dinamismo a la visita, pero todos se significan por su rigor científico. Los interactivos se conciben como recursos que permiten ampliar la información y ponen a disposición del público los últimos avances en investigación. A estos recursos se incorporan las maquetas que ofrecen una visión, en algunos casos, novedosas, con una puesta al día en materia de investigación, y en otras, de notable valor histórico para el Museo, todas son recursos de notable interés para el público visitante.
Un recurso singular aparece a lo largo de todo el recorrido y funciona como un eje transversal de todas las colecciones, desde el Paleolítico al Arte Contemporáneo. Se trata de una selección de personajes ilustres que permiten al visitante conocer el semblante y actividad de personas que fomentaron la investigación arqueológica, la creación artística local o que gestionaron desde las instituciones públicas o privadas actuaciones que hoy permiten que esta colección se encuentre en Málaga y sea pública.
Por otra parte, consciente de la necesidad de prestar servicio a los ciudadanos, el Museo dispone de los siguientes servicios de atención al público: biblioteca, tienda, sala de lactancia, aula didáctica, cafetería y restaurante, consigna y área de descanso.