Las nuevas tecnologías y, en especial las redes sociales y aplicaciones destinadas a la comunicación interpersonal, se han convertido en una herramienta diaria indispensable para casi cualquier ciudadano, aunque con mayor intensidad en la población juvenil. Ello ha derivado en dependencias nocivas como la adicción al WhatsApp.
El interés general por esas herramientas se ha convertido en objeto de estudio para una tesis doctoral realizada en la Universidad de Murcia (UMU) por Cristina Bernal Ruiz. En este trabajo fueron encuestados 630 estudiantes y, en las conclusiones, se alerta sobre las consecuencias negativas del uso excesivo de Internet y, de manera especial, de la adicción al WhatsApp.
Internet ya es esencial
Este trabajo de investigación, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude, señala que Internet ha irrumpido en la sociedad, convirtiéndose en un elemento esencial en diversos ámbitos de nuestras vidas. Aún así, a pesar de que el acceso a la red presenta múltiples beneficios, su uso desmedido puede llegar a ser problemático y acarrear consecuencias negativas similares a las experimentadas en las adicciones comportamentales.
De entre las aplicaciones de mensajería instantánea, añaden las conclusiones de la tesis doctoral, Whatsapp es actualmente la herramienta más valorada y utilizada por los jóvenes en España. Para la autora de la tesis doctoral, la misma acapara cada vez más la atención de los usuarios, que utilizan esta aplicación en cualquier lugar y momento, sin tener en cuenta la posible repercusión que su comportamiento pueda tener.
La adicción al WhatsApp
Este trabajo de investigación ha permitido también comprobar que “cuanto mayor es el uso problemático de Internet, mayor es el impacto negativo de WhatsApp experimentado por los universitarios, y viceversa”. Ello demuestra esa interrelación entre la famosa aplicación de comunicación y el uso abusivo de la red.
En esta línea, el estudio de Cristina Bernal añade que “el uso problemático de Internet se relacionó directamente con el neuroticismo, la impulsividad y el estado de ánimo negativo e, inversamente, con la edad, la extroversión, la afabilidad, la apertura a la experiencia, la responsabilidad y el bienestar psicológico”.
La tesis doctoral fue dirigida por la profesora de la UMU, Ana Isabel Rosa Alcázar.