Ciencias Experimentales de la UAL reunió a sus nuevos valores científicos en el V Mini Simposio de Investigación en Ciencias Experimentales, por el día de los científicos.
Parece una paradoja, pero en una sociedad cada vez más tecnologizada y dependiente de la ciencia, aumenta el número de personas que se alejan del mundo de la investigación. Es un problema con el que se encuentran prácticamente a diario científicos de todas las disciplinas, más acostumbrados a comunicar sus avances entre sus iguales que a hacerlos llegar al conjunto de la sociedad.
Hay una distancia importante entre la ciencia y la población, que se hace muy patente en ámbitos tan transversales como el de la química. Esta ciencia ha sido clave para alcanzar los niveles de bienestar que disfrutamos en la actualidad. Por ejemplo, uno de los mayores avances ha sido el de la cloración del agua, que ha evitado miles de muertes asociadas a los problemas de salud que conlleva el consumo de agua sin tratar. Pero, aún así, todavía se ve con recelo a esta disciplina y hay todo un movimiento de ‘quimiofobia’, que rechaza lo ‘químico’ frente a lo natural. Sin embargo, hasta los productos más naturales son resultado de combinaciones y reacciones químicas, lo que ocurre es que no se cae en la cuenta de esta realidad, quizás porque las frutas y hortalizas no llevan una etiqueta en la que se indican sus ingredientes.
Los científicos se comunican con, datos, razonamientos, argumentos… en una sociedad acostumbrada a los relatos, de ahí que los investigadores tengan que esforzarse para hacer llegar sus avances al conjunto de la sociedad en forma de “historias”, tal y como sostuvo en la Universidad de Almería, el catedrático de Química Inorgánica y director del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante, Javier García Martínez. “El reto al que nos enfrentamos es que en la era de la información, al tiempo que hay una gran cantidad de información de calidad también hay una gran cantidad de desinformación. El ciudadano va a estar más despistado, y le resulta más complicado distinguir el contenido de calidad. Y tiene la responsabilidad de formarse”.
Este investigador pronunció la conferencia principal del V Mini Simposio de Investigación en Ciencias Experimentales, con el que celebró la festividad de San Alberto Magno, patrón de los científicos, la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería. Y defendió las aportaciones de la química para el avance de la sociedad. Puso muchos ejemplos, pero uno de los más impactantes hacía referencia a los avances conseguidos en los Objetivos del Milenio fijados por Naciones Unidas. Los grandes avances tanto en la erradicación del hambre como en el descenso de la mortalidad de madres y recién nacidos han sido posibles gracias a desarrollos científicos, especialmente en el campo de la química, que ha aportado soluciones para construir un mundo mejor y más justo.
Y en este sentido, el emprendimiento por parte de los científicos se convierte en una de las claves para el avance del mundo actual, explicó este investigador, que entre sus méritos cuenta con una veintena de patentes, muchas de ellas en explotación a nivel comercial.
Y Javier García Martínez habló de emprendimiento con conocimiento de causa. Este investigador de la Universidad de Alicante lidera Rive Technology, una empresa de catalizadores para el refino del petróleo. Al frente de esta firma ha conseguido modificar las zeolitas empleadas en el refino del petróleo, y conseguir que éstas desarrollen poros de mayor tamaño. Este avance se ha traducido en que las empresas petroleras obtengan aumenten unos 2,5 dólares el beneficio obtenido por cada barril de petróleo, que a niveles de producción anual supone un incremento de las ganancias de varias decenas de millones de euros; y a la vez, gracias al catalizador diseñado por su empresa, se consigue reducir en un diez por ciento las emisiones de gases contaminantes producidas durante el proceso de obtención de diesel y gasolina del petróleo.
Javier García Martínez podía haber explicado su trayectoria con tablas y cifras, con las que argumentara los beneficios conseguidos para el medio ambiente y las empresas petroleras que han apostado por sus catalizadores. Sin embargo, dijo, prefirió hacerlo en forma de relato, “contando una historia”, como estrategia para acercar la ciencia al público que participó en el V Mini Simposio de Investigación en Ciencias Experimentales. “Tenemos que hacer la ciencia humana para no perder la batalla” frente a pseudociencias y mitos. Y demostró que a través del emprendimiento los científicos pueden cambiar el mundo. “Los científicos no podemos permanecer en una torre de marfil, investigando desconectados de la realidad. Y ahí el emprendimiento tiene un papel fundamental, porque le permite al científico tener un impacto directo sobre la sociedad y resolver problemas que afectan a millones de personas”, declaró este catedrático de la Universidad de Alicante.
El V Mini Simposio de Investigación en Ciencias Experimentales fue un encuentro para que los estudiantes de los cuatro doctorados vinculados a este área del conocimiento en la Universidad de Almería expusieran parte de su trabajo a través de posters y exposiciones en público. En total, se dieron a conocer un total de 64 investigaciones desarrolladas en el marco de los programas de doctorado de Biotecnología y bioprocesos industriales, Química, Matemáticas y Ciencias aplicadas y medioambientales. Y con ellos se mostraron las inquietudes de los nuevos investigadores y las soluciones que proponen para problemas concretos de la sociedad actual, a través de las ciencias experimentales.
El Mini Simposio de Investigación en Ciencias Experimentales también dio cabida a dos temas de plena actualidad. Por un lado, el big data, un ámbito del que habló el director del grupo de investigación Análisis de Datos de la Universidad de Almería, Antonio Salmerón; y el reto que tienen los ambientólogos en la era del Antropoceno, en una conferencia pronunciada por el director del grupo Ecología de Zonas Áridas e investigador del Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global, Javier Cabello.
El decano de la Facultad de Ciencias Experimentales, Enrique de Amo, se mostró satisfecho por el desarrollo de este encuentro, que se realiza por quinto año consecutivo y que se ha convertido en una tradición en el centro que representa que, en torno a la fiesta de su patrón abre sus puertas a la sociedad almeriense y da a conocer el trabajo que realiza en sus laboratorios durante todo el año.
“Hemos podido ver cómo los problemas de las sociedades están intrínsecamente asociados al desarrollo de la ciencia. Muchas veces, la ciencia se ve como algo ajeno que nos viene explicado en los libros de texto, pero hay que darse cuenta de que la ciencia está llena de vida humana”, comentó el decano de Ciencias Experimentales de la Universidad de Almería.
En esta fiesta de Ciencias Experimentales también hubo ocasión de dedicar un homenaje a los antiguos decanos de este centro, que recibieron una placa en la que se reconocía su labor al frente de la facultad. Alfredo Martínez Almécija, José Luis Martínez Vidal y Carmen Barón Bravo recibieron el homenaje del actual equipo decanal y del vicerrector de Planificación, Ordenación Académica y Profesorado, José Joaquín Céspedes.
Esta nueva edición del Mini Simposio de Investigación en Ciencias Experimentales puso de relieve el interés de los nuevos científicos de la Universidad de Almería en solucionar problemas graves de nuestra sociedad, a través de sus investigaciones. Fue un punto de encuentro entre la ciencia emergente y la ya consagrada, con el que se festejó que la ciencia está muy viva.
