La Cueva de Ambrosio, en Vélez Blanco, es declarada monumento natural

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El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración del monumento natural la Cueva de Ambrosio en Vélez-Blanco (Almería). En total son ya 38 los enclaves y elementos singulares de la naturaleza dotados de este régimen especial de protección en la comunidad autónoma. Esta declaración reconoce los valores que tiene el espacio, un yacimiento arqueológico fechado en el solutrense medio, en el que se define un paisaje de oquedades kársticas en la ribera del arroyo del Moral.

La Cueva de Ambrosio fue utilizada como refugio de los antiguos pobladores de esta comarca, algunos de ellos con pinturas del arte levantino. Este enclave lo constituye un abrigo que se abre sobre el borde de un precipicio de 100 metros de altura en la cabecera del arroyo del Moral.

La Cueva de Ambrosio posee mucho de los requisitos que se tienen en cuenta para su declaración como monumento natural, se trata de un espacio con carácter forestal, si bien en el entorno aparecen actividades ganaderas, cinegéticas y de investigación arqueológica. En la ribera del arroyo del Moral se desarrolla una vegetación de chopos, sauces y zarzas, en las laderas que vierten al arroyo el encinar es sustituido por una formación de enebros y sabinas, en las que también son abundantes distintas especies de espino, iniestas, cornicabras y lentiscos. Desde el punto de vista faunístico en la zona destacan especies como el buho real, el buho chico, el águila culebrera, el halcón peregrino y la chova piquirroja.

Este enclave natural fue frecuentado por los grupos der cazadores pelolíticos desde comienzos del Paleolítico Superior y sobre todo en el periodo Solutrense. Esta cueva no constituyó un lugar de habitación permanente sino que fue utilizada como campamento estacional dedicado a una función específica: recogida y talla de sílex y otras rocas existentes en los alrededores. El abrigo fue utilizado por el hombre del Paleolítico como taller de reparación de herramientas de sus incursiones de caza, desde sus asentamientos a orillas del mediterráneo. En el suelo de la cueva quedaron los restos de talla, restos de comida y los hogares que utilizaron tanto para cocinar los alimentos como para la talla útiles.

La declaración como monumento natural de La Bañizuela permitirá a la Consejería y a los Ayuntamientos de Vélez Blanco y Vélez Rubio la realización de actuaciones conjuntas de mejora y educación ambiental, así como itinerarios interpretativos de tipo didáctico basados en los yacimientos arqueológicos asociados, muy escasos en la península ibérica.

En la actualidad, en la provincia de Almería hay cinco monumentos naturales: la Isla de Terreros e Isla Negra, en Pulpí; la Sabina Albar, en Chirivel; el arrecife Barrera de Posidonia, en Roquetas de Mar; la Isla de San Andrés, en Carboneras y Piedra Lobera, en Lúcar.

 

 

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