La UMA vuelve al Polo Norte para estudiar los bosques de algas en la oscuridad

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Los investigadores del Grupo de Ecofisiología de Sistemas Acuáticos Fran Gordillo y Carlos Jiménez se encuentran de vuelta en el Ártico, tras la última expedición realizada a finales de septiembre, para estudiar, en esta ocasión, los bosques de algas, coincidiendo con el final del periodo de oscuridad de la noche polar.

Una nueva campaña, de dos semanas de duración, en la que estos científicos han regresado al archipiélago de Svalbard, en el paralelo 79 Norte, a apenas 1000 km del Polo Norte geográfico, para continuar los estudios que realiza la UMA en la base científica de Ny-Ålesund, el enclave humano más al norte del planeta.

“En esta parte del planeta no hay árboles y la gran mayoría de los ecosistemas dependen de los bosques marinos”, señala el catedrático de Ecología Carlos Jiménez, quien explica que con esta expedición lo que pretenden es estudiar es el estado fisiológico y metabólico de las algas en la noche polar, es decir, sin luz solar casi las 24 horas del día.

“Para un organismo cuya fotosíntesis depende de la luz del Sol, como cualquier planta, el hecho de que aquí haya más de 4 meses de oscuridad incesante es un gran reto de adaptación evolutiva”, afirma.

El experto asegura que las algas de estas latitudes han desarrollado mecanismos genéticos que les permiten sobrevivir la larga noche polar.

Efectos del calentamiento global

Asimismo, evidenciar cómo el calentamiento global afecta a la supervivencia de las algas polares, ante el aumento de temperatura del mar en invierno -1,6 grados más caliente cada década- que, según los investigadores, provoca que sus reservas se consuman antes, es otro de los objetivos de la expedición.

Previamente, estos dos científicos de la Universidad de Málaga ya han comprobado esta afirmación, a partir de experimentos realizados en el laboratorio de cultivo de algas polares de la Universidad de Málaga, una infraestructura única en España.

“Se trata de un trabajo que nunca antes se ha hecho, ya que hace unos años no se podía investigar el fiordo hasta junio, que es cuando dejaba de estar cubierto de hielo. Ahora no está helado, así que podemos tomar las algas de los bosques para examinarlas, aunque el agua del mar está ahora mismo a 0, 2º C”, destaca el profesor Francisco Gordillo.

Laboratorio de cultivo de algas polares

El laboratorio de cultivo de algas polares ‘F. Xavier Niell’, ubicado en el Jardín Botánico de la UMA, cuenta con cámaras de cultivo a temperaturas bajo cero y con un sistema de circulación de aire que permite que la temperatura sea homogénea en todo su interior. Está dotada de iluminación LED y, actualmente, se están instalando 16 estanques de cultivo de unos 120 litros de capacidad cada uno, con sistema de filtrado, esterilización y recirculado del agua de mar.

A la vuelta de esta campaña, que concluye el próximo 16 de febrero, Fran Gordillo y Carlos Jiménez traerán consigo varias especies para cultivarlas en este laboratorio de la UMA y continuar con el estudio de sus fisiología y bioquímica a partir de la incorporación de carbono y de nitrógeno.

El Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de la Universidad de Málaga ha hecho posible la realización de esta nueva campaña que, también, cuenta con el apoyo de los Servicios Centrales de Apoyo a la Investigación (SCAI). Igualmente, para la realización de los experimentos se ha contado con la colaboración del ‘Alfred Wegener Institute for Polar and Marine Research’ (AWI), Alemania.