La UCLM descubre el origen de la palabra gazpacho: otra herencia romana

El término gazpacho se ha encontrado en un texto médico de entre los siglos II y VI.

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Tipos de gazpachos hay tantos como regiones. Puede ser con o sin tomate, con algunas frutas, incluso incorporar algunos productos tropicales en sus versiones más modernas y atrevidas. Pero lo que todos ellos comparten es la etimología de la palabra gazpacho, su origen, descubierto ahora por la investigadora de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), María Teresa Santamaría, especializada en el estudio de textos médicos de la Antigüedad.

María Teresa Santamaría, catedrática de Filología Latina, ha llevado a cabo una investigación por la que le ha permitido llegar a la etimología de la palabra gazpacho, y con ello su significado original. Además, ha descubierto que el origen de este término en tres escritos latinos datados entre los siglos II-VI de nuestra era.

Cuál es el origen de la palabra gazpacho

Según los estudios de esta investigadora de la UCLM, el término gazpacho proviene de la palabra latina caccabaceus, encontrada en tres escritos latinos datados entre los siglos II-VI d. C., uno de ellos de carácter médico que lo incluye en un capítulo dedicado al trigo y al pan. El hallazgo supone la resolución de una cuestión que durante siglos se había intentado aclarar sin éxito.

La investigadora de la UCLM subraya que, desde una perspectiva científica, el descubrimiento del étimo resulta relevante por las implicaciones que tiene en el estudio del paso del latín al romance, “pues el término adquirió su forma románica a través de un complejo proceso de evolución fonética”, dijo.

Teresa Santamaría, investigadora de la UCLM y especialista en textos médicos de la Antigüedad.

¿Se parece el gazpacho actual al que tomaban los romanos?

Con este hallazgo, además, Santamaría pone de manifiesto que el actual gazpacho manchego conserva las características básicas del gazpacho originario de la época romana, “pues el término latino designa un tipo de pan destinado a ser cocinado en un caldero en un líquido caliente. Este tipo de pan debía de ser muy similar a las tortas cenceñas con las que se elabora el gazpacho manchego”, afirma, a la vez que indica que “solo siglos más tarde se llamaría gazpacho a un plato frío, que está en el origen del gazpacho andaluz”.

El resultado del trabajo incide además en la idea de que la cocina manchega conserva un importante componente antiguo y es un elemento patrimonial de primer orden.

La investigación de Santamaría se ha desarrollado en el ámbito de sus proyectos de investigación sobre textos antiguos y terminología relacionados con la medicina, la alimentación y los recursos naturales, y en el contexto del campus gastronómico InMensa: Patrimonio y Cultura de la Alimentación, la Cocina y la Gastronomía, que ha puesto en marcha en la Universidad de Castilla-La Mancha.

El trabajo, Etimología de gazpacho (caccabaceus): significado originario y evolución fonética, ha sido recientemente publicado en abierto en la revista científica Myrtia, de la Universidad de Murcia, y supone un notable avance tanto en el ámbito lingüístico, de la Filología Clásica y Románica, como en el de la gastronomía histórica.