La solución para uno de los problemas que más dinero cuestan a los productores de almendra

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La almendra es uno de los frutos secos más interesantes, en la medida en que se trata de un cultivo adaptado a altas temperaturas y precipitaciones escasas. Justamente por estas características se extiende por las zonas del Sureste, sin embargo, la producción de almendra se enfrenta a un problema que genera pérdidas destacadas. Ahora, un equipo de la Universidad Miguel Hernández (UMH) ha definido una estrategia para reducir su impacto.

Cultivo de almendros en el Sureste.

La estrategia en la producción de almendra ha sido definida por la investigadora del grupo de Calidad y Seguridad Alimentaria de la UMH, Leontina Lipan, en el marco del VI Foro Debate de la Industria de la Almendra Española, y se ha desarrollado en el marco de un proyecto para alcanzar una mayor eficiencia en el procesado de la almendra.

Qué problema lastra la producción de almendras

El problema que lastra la producción de almendras y causa pérdidas millonarias en el sector es la rotura del propio fruto en el proceso de descascarado. Según Lipan, para evitar estas pérdidas, el proceso de humectación de la almendra en cáscara sigue siendo lo más recomendable para las tecnologías de descascarado actual, aunque debe adaptarse a cada variedad. También, ha comprobado en ensayos de laboratorio que existen diferencias de rotura entre variedades y entre zonas de origen para una misma variedad.

La investigadora de Tecnología Agroalimentaria también ha identificado algunos puntos críticos para la rotura del grano posteriores a la etapa de descascarado. Asimismo, el momento de la cosecha, afirma, tiene un efecto en la generación de la rotura, así como el riego y el abonado, aunque para estos últimos se requieren más análisis.

Esta investigación fue posible gracias al Grupo Operativo Autonómico ‘QUALINUT’ del IRTA, financiado por la Generalitat de Cataluña, cuyo consorcio está formado por la empresa descascaradora y procesadora ALMENDRAS MARTÍ y las cooperativas CRISOLAR y UNIÓ NUTS. Estas tres entidades se unieron para trabajar junto al IRTA en una de las problemáticas más importantes actualmente para la almendra española.

Leontina Lipan lideró los análisis durante su estancia en el IRTA. Su contrato postdoctoral contó con financiación del Ministerio de Universidades y por la Unión Europea – Next Generation EU en el marco de las Ayudas para la Recualificación del Sistema Universitario Español, en la modalidad Margarita Salas.

Además, la investigadora de la UMH presentó y discutió los resultados de QUALINUT con las empresas participantes en el proyecto. Tras esta reunión se ha evidenciado un interés continuado por parte de los miembros del consorcio en seguir la investigación en esta área, decisión fundamental para mantener la continuidad de los estudios en este campo específico.