CARMENES empieza a buscar planetas parecidos a la Tierra

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Momento en el que se introduce CARMENES  en el tanque de vacío.
Momento en el que se introduce CARMENES en el tanque de vacío.

El instrumento CARMENES, instalado en el observatorio astronómico de Calar Alto (Almería), supera su fase de pruebas y comienza a buscar planteas parecidos a la Tierra.

A día de hoy se han detectado más de dos mil planetas fuera de nuestro Sistema Solar, casi todos ellos hostiles para el desarrollo de vida debido a su tamaño o a la extrema proximidad a su estrella. El proyecto CARMENES, realizado por un consorcio de once instituciones alemanas y españolas y coliderado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía, se diseñó para buscar planetas de tipo terrestre en la zona de habitabilidad, o región en torno a una estrella donde las condiciones permiten la existencia de agua líquida. Tras cinco años de desarrollo y superada la fase de pruebas, el instrumento se halla listo para buscar una segunda Tierra desde el telescopio de 3,5 metros del Observatorio de Calar Alto (MPG/CSIC), en Almería.

Los planetas, al girar en torno a su estrella, producen en ella ligeros movimientos oscilatorios que, si se miden con la precisión adecuada, desvelan la existencia de esos planetas. Sin embargo, la búsqueda de planetas de tipo terrestre en torno a estrellas similares al Sol resulta compleja porque las oscilaciones son tan pequeñas que no se pueden detectar con la tecnología actual. «Por eso buscaremos planetas en torno a enanas rojas (o enanas M), estrellas más pequeñas que ofrecen las condiciones para la existencia de agua líquida en órbitas cercanas y en las que sí podemos detectar las oscilaciones producidas por planetas similares al nuestro», explica Andreas Quirrenbach, investigador del Landessternwarte (Univ. Heidelberg) que encabeza el proyecto.

«Sin embargo, las enanas rojas son mucho más frías y rojizas que el Sol, de modo que teníamos que observar tanto en el visible como en el infrarrojo, lo que constituye una de las fortalezas de CARMENES: ningún otro instrumento del mundo puede hacer esto», apunta Pedro Amado, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que colidera el proyecto. Esto le permitirá evitar los falsos positivos en la detección de planetas, habituales a día de hoy al confundir las señales de la actividad estelar y otros mecanismos físicos intrínsecos a la estrella con la existencia de planetas: CARMENES podrá confirmar los hallazgos sin necesidad de otras comprobaciones.

Dadas las características e importancia científica del proyecto, el Observatorio de Calar Alto, dependiente de la Sociedad Max Planck y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha garantizado un mínimo de seiscientas noches de observación en el mayor de sus telescopios para CARMENES, una dedicación poco habitual en grandes instalaciones astronómicas. «Con CARMENES en funcionamiento, Calar Alto se convertirá en una referencia internacional en la búsqueda de planetas de tipo terrestre y se situará en la vanguardia de la instrumentación astronómica», señala Jesús Aceituno, vicedirector del Observatorio.

CARMENES es un instrumento único en el mundo, tanto en precisión como en estabilidad, cualidades indispensables para medir las pequeñas variaciones de velocidad que un planeta produce en las estrellas: CARMENES detectará variaciones de velocidad en el movimiento de estrellas situadas a cientos de billones de kilómetros con una precisión del orden de un metro por segundo.

Telescopio de 3,5 metros de Calar Alto.
Telescopio de 3,5 metros de Calar Alto.

Para lograr una precisión semejante no solo es necesario un cuidado diseño óptico, sino también mantener condiciones de máxima estabilidad en el entorno de operación del instrumento, que trabajará en condiciones de vacío y con temperaturas controladas hasta la milésima de grado. Gracias a estas características, los investigadores esperan descubrir docenas de planetas potencialmente habitables en los próximos años.

CARMENES, que operará en el telescopio de tres metros y medio del Observatorio de Calar Alto (Almería), ha sido desarrollado por un consorcio de once instituciones alemanas y españolas. En España participan el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), que colidera el proyecto y ha desarrollado el canal infrarrojo, el Institut de Ciències de l’Espai, (IEEC-CSIC), la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA). Ha obtenido financiación de la Sociedad Max Planck (MPG), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y los miembros del consorcio CARMENES, con contribuciones del Ministerio de Economía y Hacienda español (MINECO), el estado de Baden-Württemberg, la Fundación Alemana para la Ciencia (DFG), la Fundación Klaus Tschira (KTS), la Junta de Andalucía y la Unión Europea a través de los fondos FEDER/ERF.

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