Nuevos tratamientos contra la tensión alta a partir de descartes de pescado

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Banco de sardinas.
Banco de sardinas.

Científicos de la Universidad de Granada han ideado un nuevo tratamiento cotra la hipertensión realizado a base de descartes de pescado como la sardina o el jurel, cuyo coste realmente bajo ya que se realiza con materia prima que hasta ahora no se aprovechaba.

Los investigadores, pertenecientes al Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Granada, emplean pescado de descarte capturado en la región surmediterránea o costa norte del mar de Alborán.

En esta zona, las especies más descartadas son especies comerciales como la sardina (Sardina pilchardus), el jurel (Trachurus mediterraneus) y el aligote (Pagellus acarne). Estos descartes se deben a que no cumplen la talla mínima, a restricciones de cuota y a prácticas comerciales como el “highgrading” (aumento del descarte por retención solo del pescado de mayor valor). Otras especies como la pintarroja (Scyliorhinus canicula) y la boga (Boops boops), altamente presentes en la captura, son normalmente descartadas debido a su bajo valor comercial.

Los péptidos antihipertensivos son componentes bioactivos obtenidos de fuentes naturales (animal o vegetal) y pueden reducir la presión arterial en el organismo, mediante la inhibición de la enzima convertidora de angiotensina (ACE), la cual es la responsable que se altere la presión sanguínea en el organismo.

Como explica la directora de esta investigación, Emilia María Guadix Escobar, del departamento de Ingeniería Química de la UGR, los estudios existentes estiman una tasa global de descarte, referida a las capturas totales, del 8 %, lo que da lugar a un volumen anual de descartes de 7.3 millones de toneladas.

“De ahí que, la generación de descartes, además de tener consecuencias económicas negativas, también conlleva un importante impacto ecológico sobre el hábitat marino. Por ello, la reducción de los descartes así como su posterior aprovechamiento se manifiestan como medidas estrictamente necesarias a llevar a cabo”, apunta la investigadora.

El jurel y la pintarroja, los mejores

Debido a su alto contenido proteico, entre 17 y 23% en base húmeda, estos residuos se han empleado tradicionalmente para la obtención de harina de pescado, ensilados y/o fertilizantes, todos ellos productos de un bajo valor comercial.

No obstante, estos descartes pueden ser transformados en productos de un mayor valor añadido, como hidrolizados de proteínas, que presentan una serie de biomoléculas beneficiosas para la salud humana.

En este contexto, el objetivo de este trabajo de la UGR ha sido estudiar la producción e identificación de péptidos inhibidores de ACE a partir de la fracción proteica de las 5 especies de descarte en el Mar de Alborán señaladas (sardina, jurel, aligote, boga y pintarroja).

Los hidrolizados finales que presentaron una mayor actividad inhibidora de ACE fueron los de jurel y pintarroja producidos mediante la hidrólisis simultánea de subtilisina y tripsina.

Estos resultados indican el potencial de estos descartes como materias primas de bajo coste para producir péptidos de cadena corta con alta actividad inhibidora de ACE.

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