Un estudio de la UMA concluye que las ‘natas’ que aparecen en el litoral son naturales e inofensivas

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Investigadores de la Universidad de Málaga han presentado esta mañana los resultados de un estudio científico sobre la caracterización global de los agregados flotantes, conocidos como ‘natas’, que aparecen periódicamente en las aguas de las playas del litoral malagueño. 

Un trabajo promovido por las empresas públicas, privadas o mixtas encargadas de gestionar el ciclo integral del agua en la Costa del Sol- Axaragua, Emasa, Acosol, Hidralia y Aguas de Torremolinos- que desde hace un año lidera el profesor del Área de Cristalografía y Mineralogía Francisco Ignacio Franco, cuyas conclusiones se han conocido hoy, con motivo de la celebración de unas jornadas científicas y divulgativas en la Facultad de Ciencias de la UMA.

Así, Franco ha afirmado que la presencia de natas en las playas de Málaga responde a un proceso natural habitual inofensivo para la salud de las personas. “En todas las que hemos analizado, la concentración de contaminantes no alcanza los niveles tóxicos, descartando su origen fecal”, señala.

Para su estudio, el equipo de investigadores de la Universidad de Málaga ha tomado 45 muestras de agua desde Nerja hasta Manilva, compuestas cada una por cuatro réplicas, y ha llevado a cabo un exhaustivo análisis mineralógico, algal, microbiológico y de nutrientes.

“La calidad de las aguas es excelente, ya que la cantidad de materiales pesados metálicos que contiene no es grande. Sin embargo, será necesario realizar un seguimiento periódico de las mismas, porque la absorción de estos metales, con los años, si puede ser preocupante”, destaca el profesor de la UMA.

Según ha informado en la jornada, en todos los ejemplos estudiados se ha constatado un aspecto espumoso que confiere a la nata una muy baja densidad formada por una fase líquida (agua de mar) y una fase sólida. En este sentido, se ha encontrado tres tipos de agregados flotantes, uno poco frecuente (2 de las 45 muestras) donde coexisten microalgas y minerales en cantidades similares; un segundo tipo, también escaso, (3 de las 45 muestras) formada por una fase mineral mayoritaria (80%) y menores cantidades de microalgas; y un tercer tipo compuesto casi exclusivamente por una fase mineral (90%).

Calidad de las aguas de baño «asegurada»

“No obstante, los pequeños minerales que se encuentran son muy similares a los que forman parte de nuestra geología, siendo completamente inocuos para la salud”, aclara Franco. “La calidad de las aguas de baño en el litoral malagueño está asegurada”, concluye.

Asimismo, los investigadores también han examinado muestras de agua limpia del mar, lo que les ha permitido comparar ambos tipos y constatar que tienen composiciones químicas diferentes. “Las aguas de nuestras playas no presentan problemas de contaminantes metálicos ya que, en los análisis realizados, estos están en concentraciones incluso inferiores a las que la legislación actual española exige para las aguas de consumo”.

La presencia de las natas tanto en invierno como en verano, su aparición en otras playas más allá del litoral malagueño y su inestabilidad, puesto que, en cierta medida, dependen de las causas climatológicas, son otros resultados que se han explicado esta mañana en la Facultad de Ciencias.

La inauguración del encuentro estuvo presidida por el decano de la Facultad de Ciencias, Antonio Flores, quien quiso resaltar el acierto de las empresas al acudir a la Universidad para encontrar el asesoramiento investigador que necesitan.

En este sentido, el presidente de la Mancomunidad Costa del Sol Axarquía, Gregorio Campos, también presente en el acto, insistió en la importancia de este informe que integra a todas las empresas relacionadas en la gestión del agua y suma a las instituciones. Igualmente, ha señalado que el estudio de las natas se ha convertido en una prioridad en la Axarquía, por su importancia para el turismo y el desarrollo de la comarca.

El gerente de EMASA, Juan José Denis, y el consejero delegado de ACOSOL, Manuel Cardeña, también participaron en la inauguración de la jornada.

Para la realización de este proyecto, Franco ha coordinado un equipo multidisciplinar que está formado por los profesores Antonio Flores y Elena Bañares, del Área de Botánica; Miguel Ángel Moriñigo, de Microbiología; María José Bentabol, del Área de Cristalografía y Mineralogía, y José Damian Ruiz Sinoga, del Área de Geografía Física. Además, también han participado investigadores del Instituto Español de Oceanografía.

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