Tras los pasos de la berrea del ciervo en la Sierra de Los Filabres

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Uno de los ciervos ibéricos que habitan en Los Filabres.La Sierra de Los Filabres es un regalo para los sentidos. Su riqueza vegetal, la pureza de su aire, la paz que se respira en sus bosques hacen de este entorno almeriense una de las joyas de la provincia que en este mes de octubre cuenta con un aliciente más: la berrea del ciervo ibérico. Se trata de un ritual en el que el macho hace notar su presencia con la berrea para atraer a las hembras y ahuyentar a competidores.

La hoja de ruta es bien sencilla. Levantarse muy temprano para poder estar en la sierra a primera hora de la mañana. Al tiempo que se disfruta de la alegría del despertar de un nuevo día, la mañana en la sierra está llena de regalos: el rocío, ese particular olor a vegetación y los primeros berridos de los ciervos.

Y es que la comunidad de ciervo ibérico en este enclave almeriense supera los 1.000 ejemplares, una densidad óptima para la zona y que además cuenta con un equilibrio entre el número de mayos y de hembras. Esta riqueza faunística en Los Filabres se explica por la cantidad y calidad de alimento que estos animales encuentran en la sierra.

Al inicio del otoño, los ciervos de La Sierra de Los Filabres cumplen con el ritual de la berrea. Es la época de celo de esta especie. El término berrea hace alusión al bramido que emiten los ciervos macho en su lucha con otros machos por hacerse con un harén de hembras y garantizarse la reproducción. 

De hecho, la berrea o bramido es una señal básicamente dirigida a mantener a raya a machos rivales, que pueden decidir retar o no al oponente. En el caso de aceptar el reto, los machos se enzarzan en una pelea en la que entrecruzan sus cuernas, que se han ido desarrollando a lo largo de todo el año para estar en estas fechas en su máximo esplendor, y miden sus fuerzas. Tras varios días de luchas intensas y agotadoras, los machos vencedores, cubren a las hembras de su harén. 

Después de 8 meses de gestación, darán a luz, en el mes de mayo, una cría llamada “jabato o cervatillo”. La berrea suele tener lugar a primera hora de la mañana y a última de la tarde, que es cuando los animales están más activos. 

La Sierra de Los Filabres se distingue, además de por albergar el mayor pinar de la provincia, por su gran riqueza botánica, hallándose más de medio centenar de endemismos vegetales y por ser hogar, de una rica y variada fauna.

Además del ciervo, tienen su territorio en Filabres jabalíes, cabras montesas, zorros, jinetas y gatos monteses (único felino salvaje de Almería), así como más de 110 especies de aves, entre las que se encuentran rapaces como las águilas real y perdicera, el halcón peregrino y el búho real.

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