El nuevo director del Instituto Cervantes ha defendido la aportación de este organismo encargado de la difusión del español en el mundo. Según Luis García Montero, el Cervantes “nos sale muy barato a los contribuyentes y es una institución muy rentable”, ya que “nos cuesta a cada español un poco más de un euro al año”, dijo en la clausura de la Reunión Anual de Directores que se ha venido celebrando desde el pasado lunes. El poeta y catedrático defendía así la labor del organismo tras cuatro días de debates de lo que llamó “toda la cofradía cervantina” en Orihuela y Alicante.
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, afirmó que “si no existiera el Instituto Cervantes habría que crearlo”. Es “el momento del Cervantes”, agregó, porque “las lenguas y las culturas españolas tienen más necesidad que nunca de estar en el mundo global”, para “moldear la globalización e influir en ella”.
Tras estas jornadas de inmersión en el funcionamiento y la realidad del organismo cuya dirección ocupa desde hace unos días, García Montero declaró su orgullo por la labor del Cervantes y defendió que “merecemos apoyo institucional”. De los 124 millones de euros de presupuesto anual del Instituto, 66 millones proceden del Estado, y el resto lo obtiene con ingresos propios, un nivel de autofinanciación que demuestra, insistió, su rentabilidad.
García Montero elogió “la energía humana y la eficacia y vocación” de quienes trabajan y han trabajado en la entidad. En un mensaje continuista, anunció que “muchas de las líneas programadas por el equipo anterior van a marcar el trabajo” de esta nueva etapa. Mantendrá los planes estratégicos ya elaborados, en especial los referidos al diálogo y cooperación con todos los países hispanohablantes, y reforzará “la diplomacia cultural con mayúsculas”. Además, se declaró dispuesto a que el prestigio del que goza el Instituto en el extranjero se extienda también a la propia España.
Preservar la diversidad
Por su parte, Ximo Puig animó a los más de 70 directivos del Cervantes en España y en los centros a “trabajar por la cultura de este país de países que es España”. El presidente de la Generalitat Valenciana abogó por preservar la diversidad, que “no es un problema, es una suerte, porque lo uniforme siempre es totalitario”.
En una comunidad autónoma bilingüe como es la valenciana, el secretario general del Instituto, Rafael Rodríguez-Ponga, recordó que el organismo “difunde la diversidad lingüística”, ofreciendo en sus centros clases de las tres lenguas cooficiales, interesándose por otras como el caló o el judeoespañol, e incluso enseñando a hispanohablantes la lengua del país donde residen, con lo que el número de lenguas en programas docentes llega a 15.
Colaboración con la Generalitat Valenciana
En la clausura de la Reunión Anual, el director del Instituto y el conseller de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà firmaron, en presencia de Ximo Puig, un convenio que regulará la colaboración entre el Cervantes y la Generalitat.
El acuerdo contempla la realización conjunta de actividades culturales (exposiciones, conciertos, seminarios, etc.) “que permitan mostrar la riqueza y diversidad cultural de la Comunidad Valenciana”, y reforzarán “la proyección de la cultura valenciana” en las sedes del Instituto en España y en el exterior. Se fomentará el patrocinio por parte de empresas y organismos de la Comunidad Valenciana y se divulgará el conocimiento de las dos lenguas oficiales de ésta.
Vicent Marzà se manifestó muy satisfecho por este convenio que servirá para “poner en valor la lengua valenciana y dar visibilidad a autores valencianos”, ya que “es muy importante que Valencia sea reconocida a nivel cultural” en España y en el mundo.
El vicepresidente de la Diputación de Alicante, César Augusto Asencio, valoró como “muy positiva” la experiencia de estos días y confió en que “esta semilla que se ha sembrado abra nuevas oportunidades de cooperación”.
Han sido cuatro días de debates, puesta en común de experiencias y análisis de los retos abiertos para mejor afrontar la misión del Cervantes: la promoción del español y de la cultura hispanohablante. Y se ha hecho en 10 sesiones de trabajo sobre temas sectoriales como el Plan cultural, los proyectos académicos, el plan digital, Iberoamérica, la comunicación o el turismo idiomático.
Todo ello, con el patrocinio del Ayuntamiento de Orihuela (localidad natal del poeta Miguel Hernández), la Diputación de Alicante y Casa Mediterráneo, a quienes los responsables del Cervantes han agradecido su apoyo económico y material.
La Reunión ha contado con la participación de dos secretarios de Estado: el de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Juan Pablo de Laiglesia, que intervino el lunes en la inauguración, y el de Educación y Formación Profesional, Alejandro Tiana. Éste abogó ayer miércoles por reforzar la sintonía entre el Ministerio de Educación y el Instituto Cervantes en beneficio de ambas partes. También propuso “desarrollar el sistema de colaboración” en el exterior entre las consejerías de Educación de las embajadas de España y los centros del Instituto, porque “así ampliaremos nuestra presencia y daremos una imagen de cooperación integrada”.
Iberoamericanización
Los países hispanoamericanos seguirán colaborando con el Instituto en la promoción del español y de su cultura, un objetivo compartido por todos. Es la llamada iberoamericanización del Cervantes, y fue uno de los puntos fuertes de la Reunión.
Así quedó de manifiesto con la participación activa de los responsables de tres importantes entidades culturales hispanas en España: el director del Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), Andrés Ordóñez; el delegado del Instituto Caro y Cuervo (de Colombia), Martín Gómez; y el director ejecutivo del Centro Cultural Inca Garcilaso (de Perú), Alonso Ruiz Rosas. Todos ellos protagonizaron la sesión dedicada a Iberoamérica junto con el director del Centro Internacional del Español (CIE) de la Universidad de Salamanca, Jesús Fernández González.