La UMA cierra en Benalmádena sus Jornadas sobre adolescencia, nutrición, medioambiente y talento femenino

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Tras casi un mes con la celebración de cuatro conferencias magistrales y más de cincuenta talleres desarrollados en todos los institutos de Benalmádena, ayer llegaron a su fin las “II Jornadas sobre adolescencia: nutrición, medioambiente y talento femenino”, organizadas por la Fundación General de la Universidad de Málaga (FGUMA) y el Ayuntamiento de la ciudad. Unas actividades de las que han disfrutado un total de dos mil personas, entre alumnos, madres, padres y profesores.

El broche final lo puso la directora de orquesta Silvia Sanz con su ponencia “Cómo dirigir talentos”. Sobre la educación musical, la conferenciante considera que, aunque las nuevas generaciones vienen muy potentes, hay poca presencia de música, un hecho que dice entristecerla porque está convencida de que debería ser una asignatura presente en todas las etapas, “desde los bebés hasta los universitarios”. “Con la música afloran capacidades y valores como el trabajo en equipo, no es sólo tocar un instrumento, es compartir, tú no eres nadie si no toca el compañero de al lado, puede ayudar con la forma de expresarse y dialogar; los niños que hacen música son especiales”, afirma la directora de la Orquesta Metropolitana de Madrid.

En cuanto al fomento de la cultura, Sanz, que ha viajado por todo el mundo dirigiendo agrupaciones de diferentes países, cree que, si la gente no va a escuchar un concierto, los profesionales deben ir donde está la gente, y apuesta por hacer un concierto, por ejemplo, en un centro comercial: “La cultura no tiene que ser visible solo en un teatro, también se puede hacer en la calle”. “Estamos en un momento en el que la música clásica se suele escuchar en grandes auditorios y el público tiene una media de edad de sesenta años, qué va a ser de nosotros si no promocionamos que exista público joven e infantil, es fundamental que se acostumbren a escuchar música en directo”, destacó. En este punto, Sanz recalcó la importancia de “enseñar a escuchar, así dentro de quince años, esos jóvenes serán los adultos que llenarán los teatros”. Silvia Sanz trabaja con Grupo Talía para que la música llegue al mayor número posible de personas y también participa en proyectos solidarios con su orquesta infantil. 

Elegida en 2017 una de las Top 100 Mujeres Líderes y galardonada en los VII Premios Solidarios a la Igualdad MDE (“Mujeres que cambian el mundo”), opina que existe algo de desigualdad en cuanto al número de mujeres que dirigen orquestas, pero que era mucho mayor hace veinte años, poco a poco se comienza a romper este techo de cristal. Como dato aportó que actualmente se hacen audiciones a ciegas, tras el telón, por lo que no se sabe si es un hombre o una mujer la que dirige, y que ha habido tradición de orquestas en las que no había cabida para mujeres. Esta experta cree que hay que buscar la naturalidad: “Cuando las niñas vean que hay mujeres científicas, bomberas, directoras de orquesta… las tomarán de referente”. “La música no tiene ni edad ni género, qué mejor que asistir a un concierto, disfrutar de él y después recordarlo y fomentarlo en nuestro entorno”, afirma Sanz.

Elsa Marina Álvarez, directora académica del Área de Formación de la FGUMA, y María Isabel Ruiz, concejala de Juventud, participaron en esta actividad, que se celebró en el Colegio Maravillas, y agradecieron la asistencia del medio centenar de interesados. Además, para involucrar directamente a los jóvenes en este proyecto, tres alumnas del IES Arroyo de la Miel ofrecieron unos breves discursos sobre la importancia de que existan referentes femeninos en todos los ámbitos profesionales. Tanto Álvarez como Ruiz manifestaron su ilusión por seguir adelante con la organización de nuevas ediciones de estas Jornadas. 

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