Estas plantas nativas de Chile podrían tener efectos beneficiosos para combatir el Alzhéimer

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Según un estudio de las universidades chilenas de Talca, Autónoma y Andrés Bello tres plantas nativas originarias del altiplano chileno y presentes en varios países de Sudamérica, podrían tener un efecto ralentizador de la actividad de una enzima asociada a la enfermedad de Alzheimer.  

Margarita Gutiérrez Cabrera, investigadora del Instituto de Química de Recursos Naturales de la Universidad de Talca y coautora del trabajo.

“En el estudio se tomaron tres plantas de la zona norte del país, se prepararon unos extractos en etanol y a partir de ellos se trató de caracterizar sus componentes químicos y evaluar la actividad biológica que estos tienen, enfocada principalmente a inhibir un par de enzimas relacionadas directamente con la enfermedad de Alzheimer, que son la enzima acetil y butil colinesterasa.” explicó la investigadora del Instituto de Química de Recursos Naturales de la Universidad de Talca y coautora del trabajo, Margarita Gutiérrez Cabrera. 

“Los extractos mostraron potencial, por lo tanto, resulta de interés poder estudiarlos un poquito más, tratar de aislar los componentes mayoritarios que están presentes y evaluar si estos compuestos, cuando los tengamos aislados, muestran la misma actividad”, explicó. 

La investigación, publicada recientemente en la revista científica Plants, busca establecer nuevos beneficios de estas especies, que ya se utilizan popularmente como infusiones para el tratamiento de problemas estomacales, síntomas inflamatorios y otras dolencias. 

Soyko, Chinchircoma y Muña o menta de los Andes.

De acuerdo a Gutiérrez, “el interés de estudiar estas plantas es principalmente buscar un valor agregado que puedan tener”. Sin embargo, explicó que se debe ser cauto e intentar preservarlas. “Normalmente cuando se hace uso de estas plantas en la medicina tradicional o para investigación, en muchos casos se toman las muestras y se puede llegar hasta el punto de exterminar la especie”, alertó. 

Una segunda etapa del estudio buscaría determinar si el consumo de los extractos de estas plantas tendría efectos en algún otro tipo proceso fisiológico importante. “Lo que vendría ahora sería poder, en un principio, tratar de aislar estos compuestos y ver si mantienen la misma actividad, si es que la mejoran, y también evaluar si estos compuestos son citotóxicos”, indicó la docente utalina.