El motivo por el que los responsables de la EvAU piden que el nuevo modelo se estrene en 2025

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La prueba de acceso a la universidad de 2023 será la última con el modelo creado con motivo de la pandemia. El Gobierno aprobó la entrada en vigor del nuevo formato de examen, de carácter más competencial, para 2024, sin embargo, podría retrasarse un año más, y ponerse en marcha en 2025. Así lo piden los responsables de las pruebas de acceso a la universidad de las 17 comunidades autónomas.

Examen de la EvAU en la Universidad de Castilla-La Mancha.

El cambio de modelo de las pruebas de acceso a la universidad ha estado marcado por la polémica, por la llamada prueba de madurez, que finalmente fue relegada, y también porque responsables de estas pruebas y docentes consideraban que se restaba dificultad a la prueba, de una manera injustificada. El Gobierno tomó nota de las críticas y llegó a realizar un examen piloto en medio centenar de centros de todo el país. Sin embargo, la polémica no se ha frenado.

Por qué se solicita una moratoria hasta 2025 para la entrada en vigor de la nueva EvAU

Los responsables de las pruebas de acceso a la universidad de las 17 comunidades autónomas exigen al Gobierno un moratoria de un año porque consideran «inviable» realizar la nueva EvAU en 2024. En un comunicado conjunto afirman que «se desconocen tanto los modelos de examen y los criterios de corrección como el contenido detallado de la orden ministerial que regulará estas pruebas».

Añaden que no hay tiempo suficiente para que los centros educativos organicen la programación docente para el curso 2023/2024, ni tampoco para que las universidades diseñen «con garantías» las pruebas.

«En estas circunstancias, no es viable asumir la incorporación de nuevos modelos de examen y es también un problema en absoluto menor la duración prevista para cada uno de ellos en 2024«, afirman. Existe acuerdo en que exámenes de mayor duración, que se extenderían necesariamente durante más días, «no solo someterían a un nivel de estrés innecesario a quienes deciden su futuro en estas pruebas, sino que además comprometerían muy seriamente el acceso a la universidad del estudiantado con necesidades de adaptación», concluyen.