Dominar idiomas, el gran reto del sector hortofrutícola

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    germán FernándezEl sector hortícola tiene que ponerse las pilas con los idiomas, especialmente el inglés. Parece una obviedad, pero no lo es tanto si tenemos en cuenta que la mayoría de mandos directivos y las personas que toman las decisiones no tienen un nivel de inglés con el que puedan mantener una conversación y mucho menos una negociación. 
    Aunque muchas empresas hortofrutícolas han contratado a personal extranjero o confían su labor comercial a personas que hablan idiomas, el sector tiene que dar un paso más. Los responsables tienen que poder acceder de manera personal a los resultados de investigaciones agrícolas, a las revistas especializadas punteras, ponencias y encuentros profesionales de alto nivel, que en la mayoría de los casos se encuentran en inglés. No basta con usar traductores e intérpretes, ya que son muy pocos los que utilizan con destreza el vocabulario específico. En una negociación el resultado puede ser comunicar con carencias que dañan la imagen de nuestras empresas. 

    Según un reciente estudio de la Unión Europea, España es deficitaria en el conocimiento de lenguas extranjeras. Solo el 36% de los españoles conocen otras lenguas de la UE, mientras que la media de los ciudadanos de la UE es del 50%. Aunque no hay datos, en Almería y en el sector agrícola estos porcentajes seguramente serán aún peores, aunque también es cierto que las nuevas generaciones vienen pisando fuerte.
     
    En este sentido, el sector hortofrutícola almeriense debe fijarse en que los países que dominan el mercado, como Holanda, Israel o Alemania utilizan el inglés prácticamente como si fuera su lengua materna. Pero además, las empresas agrícolas de competidores emergentes como Turquía, Argelia, Marruecos o Egipto han volcado gran parte de sus esfuerzos en formar a su personal en un nivel alto de idiomas. 
     
    Los principales mercados de destino de la producción almeriense exigen un dominio absoluto del idioma internacional de los negocios. No se puede comunicar con empresas de Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza, Holanda o los países nórdicos, si no se hace en un idioma común, como el inglés.
     
    Almería y su sector hortofrutícola podrían conquistar incluso más mercados internacionales convirtiendo el aprendizaje de idiomas en una clave estratégica de su crecimiento. Hay que invertir en formación igual que se invierte en I+D+i, en maquinaria o en calidad. Comunicándote mejor, haces mejores contactos, negocias mejor, entiendes todo sobre tus competidores y socios, y se adquiere más seguridad y confianza en las propias habilidades. 
     
    Por otro lado, conviene recordar que comunicar con éxito no depende sólo de usar las palabras correctas. También hay que saber entender lo que el otro necesita y saber explicar lo que puedes ofrecer. En las negociaciones de este sector, como en cualquier otro, entran en juego conceptos comunicativos más amplios, donde intervienen factores vitales como conocer su cultura, sus costumbres y su percepción de las cosas. 
     
    Yo estoy convencido de que la situación mejorará, y mi empresa ya está ayudando a cambiar este déficit idiomático en la provincia. Empresas del sector como Mabe, Yara Alborán, Rijk-Zwan, Savia Biotech, Grupo Caparrós, Acrena, Kappa, Grupo Primaflor, Castillo de Tabernas, entre muchas otras, ya han depositado su confianza en los servicios lingüísticos especializados y de calidad que ofrecemos desde London Thames, convencidos de que el futuro pasa por comunicarse en sintonía con sus clientes. 

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