Apoyo de la mitad de las universidades al plan de financiación plurianual elaborado por el Gobierno valenciano

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Las universidades de Valencia, Alicante y Jaume I han manifestado su apoyo al Plan Plurianual de Financiación (PPF) promovido por el Gobierno valenciano. El nuevo modelo de financiación «garantizará, desde la cooperación entre universidades y la corresponsabilidad institucional, la fortaleza del Sistema Universitario Público Valenciano», han afirmado estas universidades en un comunicado conjunto, del que se han desmarcado la Politécnica de Valencia y la Miguel Hernández.

Campus de la Universidad de Alicante.

Las tres universidades firmantes del documento han celebrado que la Consejería de Universidades haya abierto el equipo de negociación a las universidades de la comunidad autónoma, para «evolucionar la propuesta hacia un documento que lo mejore y perfeccione de modo que asegure a todas las universidades la suficiencia financiera que les permita seguir cumpliendo con sus principios motores: docencia e investigación de excelencia y transferencia de conocimientos a la sociedad».

Desde el mes de noviembre, las universidades han trabajado intensamente en un documento que incorpora 30 aspectos de mejora para asegurar una docencia universitaria amplia y de calidad en el sistema público en todas las áreas del saber, así como por consolidar un fondo de investigación que realmente refleje las fortalezas del conjunto del sistema universitario público valenciano.

El documento de mejora de la propuesta inicial de PPF ha alcanzado un 87% de consenso entre las cinco universidades. En este sentido, existe unanimidad en concebir la diversidad de las universidades del SUPV como una fortaleza. «Resulta, pues, necesario seguir avanzando en la definición de un marco estable de financiación, tanto en volumen como en criterios de distribución, que permita a todas las universidades contar con los recursos necesarios para seguir cumpliendo de modo adecuado con su función transformadora mediante la formación de titulados superiores, la generación de conocimiento y su transferencia a la sociedad», aseguran en el comunicado.

Las discrepancias observadas provienen, fundamentalmente, de la concepción que tienen las cinco universidades sobre la formulación del fondo de financiación de la investigación. La propuesta inicial sobrepondera determinados ítems vinculados a los contratos con empresas privadas y no mide proporcionalmente y de manera equilibrada el conjunto de actividades de investigación, innovación y transferencia. Estas anomalías son las que corrige el documento de consensos en la mejora del PPF, más acorde con el perfil global del sistema universitario. No solo no se renuncia a tener una potente I+D básica y aplicada basada en rigurosas evaluaciones externas, capaz de transferir las innovaciones basadas en aquellas, sino que, justamente hace todo lo contrario: apuesta por su crecimiento como sello de excelencia internacional.

Además de incorporar la importancia de transferir los resultados de la investigación a la sociedad, el baremo para la distribución del fondo de investigación guarda la debida proporcionalidad entre sus diferentes componentes. Se ha de partir de la premisa de que el resultado de la medición de la actividad investigadora de las universidades sea homologable con el que se desprende del resultado de las mediciones que se efectúan por otros sistemas estandarizados, como los rankings internacionales.

«La Universidad Politécnica de Valencia ha roto unilateralmente la unanimidad por mantener una visión estrecha sobre los componentes y fórmulas de ponderación del mencionado fondo, en la que defiende que las mejoras introducidas le perjudican en la distribución de los recursos obtenidos hasta el momento, después de 14 años de ausencia de un plan de financiación».

Lejos de la realidad, los fondos de investigación deben garantizar la fortaleza de un sistema ya de por sí robusto en términos holísticos, que colabora entre sí y se complementa, configurando uno de los principales sistemas universitarios públicos de España, con una clara proyección internacional. Lo que no debe hacer es permitir focos de debilidad por apuestas alejadas de la defensa del interés general, de la solidaridad, de la responsabilidad institucional y de la verdadera transferencia social que realizan las universidades al conjunto de la sociedad valenciana.