El polvo sahariano acelera la desaparición de la nieve en los Pirineos y Sierra Nevada

Hasta seis días se ha anticipado la fusión de la nieve tanto en Pirineos como en Sierra Nevada. Tras meses de trabajo monitorizando los efectos que los aportes de polvo sahariano y hollín provocan en las montañas de la Península Ibérica, los investigadores del proyecto AERONIVAL dirigidos por Jorge Pey, de la Unidad de Zaragoza del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) han comprobado que efectivamente ocurre la fusión nival prematura debida a estas partículas que proceden de la atmósfera

La tesis de partida era saber hasta qué punto estas partículas al depositarse sobre el manto de nieve pueden contribuir a acelerar su desaparición. Los experimentos que han llevado a cabo durante el proyecto de investigación AERONIVAL han constatado que los aportes de polvo sahariano son los causantes de que los amantes de los paisajes nevados dispongan de menos días de nieve al fundirse ésta de forma prematura. “En lo que llevamos de siglo, nos explica Jorge Pey, ha habido eventos de polvo saharianos intensos pero no tanto como el ocurrido en abril de este año, que tiñó completamente las montañas españolas de ocre”.

Nova Ciencia ya se hizo eco del fenómeno hace justo un año.

Para llegar a estas conclusiones se han llevado actuaciones en Pirineos y en Sierra Nevada que han consistido en la caracterización microfísica y estructural del manto de nieve de manera periódica, con el foco puesto en el rol de ciertas partículas atmosféricas presentes en el manto. Los resultados obtenidos durante la campaña invernal 2017-2018 reflejan la realidad en la que estamos inmersos, y es que el cambio climático está contribuyendo al aumento de los patrones extremos. Como apunta el investigador, los datos han reflejado que el evento de deposición de polvo sahariano ocurrido en abril de 2018, el más intenso del siglo XXI, “ha acelerado la fusión nival de manera significativa tanto en Pirineos como en Sierra Nevada, reduciendo la duración del manto nival en torno a 6 días. Estos resultados son relevantes desde el punto de vista climático a escala regional (cambia el balance de energía en zonas de montaña) y desde la planificación hidrológica (la reserva nival ha durado menos de lo que cabría esperar)”.

El proyecto, financiado por la Fundación Biodiversidad y liderado por el IGME, ha contado con la colaboración del Instituto Pirenaico de Ecología, la Universidad de Granada, la Universidad de Córdoba, y ha recibido el apoyo del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, la Confederación Hidrográfica del Ebro, Aramón- Formigal y la Agencia Estatal de Meteorología en su delegación de Aragón.

La iniciativa dispone de una cuenta en Facebook con el objetivo de difundir el resultado de sus avances en la URL https://www.facebook.com/aeronival

 

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