El Cervantes celebra la reunión anual de sus directores con su nuevo responsable, Luis García Montero

La Reunión Anual de Directores del Instituto Cervantes ha arrancado este mediodía con Orihuela con la presencia del escritor y catedrático Luis García Montero, que se estrena como máximo responsable de la institución. Y lo hizo con un firme compromiso –máxima transparencia– y una actitud prudente y abierta: antes de tomar cualquier decisión, desea conocer por dentro el Cervantes: “Yo vengo aquí a escuchar más que a hablar, prefiero pensar las cosas antes de decirlas”.

La ocasión para ver por dentro el funcionamiento del organismo que promueve el español y su cultura es inmejorable, toda vez que desde hoy y hasta el próximo jueves, esta cumbre anual reúne en Orihuela y en Alicante a más de 70 directivos en España y en 60 centros en el extranjero. La memoria imborrable de Miguel Hernández en el 75º aniversario de su muerte, y de quien Luis García Montero es un experto, planeó sobre una sesión de apertura en la que hubo repetidas referencias a otros dos grandes escritores de la Comunidad Valenciana: Azorín y Gabriel Miró.

En la inauguración intervinieron también el secretario de Estado de Cooperación Internacional, Juan Pablo de Laiglesia; el alcalde oriolano, Emilio Bascuñana, y el presidente de la Diputación Provincial de Alicante, César Sánchez.

García Montero afirmó que el idioma español y su cultura son “seña de identidad fundamental de nuestra presencia en el exterior” y un soporte esencial de la imagen de España en todo el mundo. Declaró que defenderá “el español y todas las culturas del Estado y de las nacionalidades que se integran en la nación”.

Agradeció al presidente del Gobierno, la vicepresidenta y los ministros su nombramiento el pasado viernes y auguró que “podemos hacerlo bien, como se ha hecho en otras situaciones más difíciles”. Conocedor del Cervantes, donde ha participado en diversos actos culturales tanto en la sede central como en diversos centros, García Montero insistió en que afrontará su gestión con total transparencia, con la confianza de “hacerlo lo mejor posible”,

En un discurso improvisado y sin papeles, el poeta, novelista, ensayista y catedrático granadino mostró su disposición a escuchar a todos los directores: os pido que me digáis la verdad “a media voz y con educación”, dijo, para conocer lo que se está haciendo y estudiar los problemas que haya que solucionar. “Tenemos por delante un reto muy grande y me ofrezco a ayudaros”, concluyó.

Por su parte, el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe se mostró dispuesto a “abrir una nueva y fecunda etapa” en el Cervantes. En su primer acto oficial como presidente del Consejo de Administración del Instituto, Juan Pablo de Laiglesia avanzó algunas líneas de actuación, como la firme apuesta por la iberoamericanización: “el español es el gran activo de nuestra diplomacia, con el valor añadido de que lo compartimos con Hispanoamérica”. Por eso, desea reforzar la cooperación con los países hispanohablantes, ya que “es un valor que suma, no resta”.

La cultura, dijo, “es una prioridad absoluta de nuestra acción exterior”, y la diplomacia cultural debe ser uno de sus vectores principales. La crisis, agregó, “ha afectado seriamente a nuestra imagen en el exterior, y por ello debemos incorporar la proyección cultural como elemento definidor de nuestra presencia en el exterior”.

El Instituto, como buque insignia de la diplomacia cultural desde su creación hace 27 años, tiene además el reto de ampliar su red de centros y adaptarla a “las exigencias de los nuevos tiempos”. Mientras se avanza en la apertura de nuevos centros en Senegal, Suiza y Corea del Sur y un Aula Cervantes en Costa de Marfil, el Instituto debe hacer una “apuesta decidida por la sostenibilidad y la calidad”, reforzar la defensa de la riqueza patrimonial, cultural y lingüística de España y estrechar la coordinación con otros organismos de la acción exterior, como las consejerías culturales de las embajadas de España. Con esos mimbres, dijo el secretario de Estado, se abre “una nueva etapa llena de éxitos”.

El secretario general del Instituto Cervantes destacó su alto nivel de autofinanciación. En la rueda de prensa previa a la inauguración, Rafael Rodríguez-Ponga afirmó que el Cervantes es un organismo “cien por cien estatal que le sale muy barato al contribuyente”, ya que más del 46 por ciento de su presupuesto lo obtiene con ingresos por matrículas, patrocinio y diversos productos y servicios.

El alcalde oriolano y el presidente de la Diputación de Alicante coincidieron en que la Reunión Anual de Directores consolidará Orihuela como capital cultural de la Costa Blanca. Emilio Bascuñana agradeció al Instituto su pleno apoyo al Año Hernandiano y su contribución para divulgar por el mundo el rico patrimonio histórico y cultural de la natal ciudad del autor de Perito en lunas.

Por su parte, César Sánchez defendió el interés de la Diputación por fomentar el turismo idiomático en la provincia, una estrategia que está dando buenos réditos: en 2017 más de 50.000 alumnos extranjeros de español estudiaron el idioma en las universidades de Alicante y Miguel Hernández.

Precisamente el turismo idiomático y cultural centrará la última de las sesiones de trabajo de hoy que se celebran en el Colegio de Santo Domingo. En total, el cónclave cervantino se organiza en nueve sesiones a puerta cerrada en las que se examina en profundidad el funcionamiento, trabajo, problemas y retos del organismo. Las conclusiones se darán a conocer el próximo jueves.

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