Pedro Gilabert abandonaba este mundo a principios de año. Como muchos reconocimientos en artísticos, este también llega un poco tarde; pero llega con la participación de quien mejor puede rendirle homenaje: sus amigos y otros compañeros de profesión. Organizados por la Diputación de Almería, los actos de reconocimiento al escultor de Arboléas incluyen la edición de un libro centrado en su figura y la exposición de obras seleccionadas en el VII Concurso Nacional de Artes Plásticas que lleva su nombre. Frutos de la inspiración que el artista ha infundido en las personas que lo rodearon.
Uno de los ejes centrales del homenaje se rinde al escultor es responsabilidad de Rodrigo Valero. Amigo, artista y conocedor de Gilabert, ha coordinado una obra que lleva por título el nombre de su protagonista: "Pedro Gilabert". En el apartado visual recoge fotografías de la vida cotidiana del autor, tomadas en su día a día compartido su mujer y familia. Valero había conocido a Gilabert siendo niño. Fue en Grenoble,a donde la familia de Valero había ido a trabajar; pero ni él ni el escultor supieron de esta coincidencia hasta años después, ya retomada su relación y con los dos de vuelta a Almería. Después de muchos años, Rodrigo Valero quedó fascinado por la personalidad de Gilabert. Un buen día hablando con el escultor en su barrio de los Huevanillas en Arboleas, Gilabert recordó que "el niño con un año que se le meó encima en Grenoble, era un bebe llamado Rodrigo. Era Rodrigo Valero".
El autor de la obra que se presentaba ayer en Diputación ha querido contar con los textos y recuerdos de aquellos que lo conocieron. Gente ligada al arte y la cultura como Julio Alfredo Egea, Juan José Ceba, Domingo Nicolás, Pilar Quirosa, Miguel Ángel Blanco, José Antonio Sáez, Andrés García Ibañez o Francisco Torregrosa.
Su estela artística
La Diputación Provincial contendrá, en el interior de su sede, parte de la estela artística que ha dejado el escultor. Son las obras ganadoras y finalistas del VII Concurso de Artes Plásticas Pedro Gilabert, exposición que se inauguraba ayer tarde y permanecerá en el edificio de la Calle Navarro Rodrigo hasta final de mes. Tras abandonar la capital se irá al Museo Pedro Gilabert de Arboleas.
Se han seleccionado 34 obras, de 31 autores entre los 160 que se han presentado al Concurso. Está la ganadora del primer premio de escultura; una pieza de Ángel García Roldán titulada "Al octavo día"; una obra mixta elaborada con metal, alfileres y dósis de infusión consumida". También el segundo premio, que se ha llevado Isabel Carreño Sánchez, con "Le Sable et de mer", de plomo y arena. El primer premio de pintura ha quedado desierto, compartiendo el segundo Cristóbal Quintero Salado, por el óleo "Montaña"; Miguel Cabezas, por "Pollo al limón", y Javier Martín por el "Putromántico".
Un apoyo al arte y a los artistas que lleva el nombre y la inspiración de un escultor del que, quienes como Rodrigo Valero lo conocieron en vida, destacan su "tranquilidad, mirada angelical, e ingenuidad, aunque no era tan ingenuo", un "artista local, que pasa a convertirse en uno universal".
