La UPV utilizará seis nuevas cámaras temográficas para detectar daños en edificios afectados por la DANA

Pasadas las horas críticas del desastre provocado por la DANA en Valencia, toca la evaluación de daños y la reconstrucción. En estas tareas la tecnología juega un papel fundamental y facilita el trabajo de los técnicos, tal y como harán las nuevas cámaras termográficas que utilizarán especialistas de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), en la detección de daños ocultos en los edificios afectados por la riada.

Las cámaras termográficas han sido donadas por las empresas Grupo Álava y Hikmicro y serán utilizadas por especialistas del Instituto de Restauración del Patrimonio de la UPV. 

Qué daños ocultos en edificios se detectan con las cámaras termográficas

Estos dispositivos avanzados ayudan a detectar filtraciones de agua, que no son fácilmente perceptibles, pero cuyos daños pueden ser irreversibles si no se atacan a tiempo. La termografía infrarroja es una técnica no destructiva que permite detectar diferencias de temperatura en superficies. Funciona al captar la radiación infrarroja emitida por los objetos y convertirla en una imagen térmica que representa las diferencias de temperatura, más frías en las áreas húmedas.

“Va a ayudar a encontrar daños ocultos imposibles de ver al ojo humano como humedades, escapes de agua, daños estructurales… Con las cámaras vamos a ver diferencias térmicas muy pequeñas, de hasta dos centésimas de grado”, ha explicado Angel Lezana, jefe de producto de Termografía de Grupo Álava, durante la entrega de las cámaras en el Rectorado de la UPV junto con la empresa Hikmicro. “Nos enteramos de esta iniciativa y nos pusimos manos a la obra para ver de qué manera podíamos ayudar en esas tareas de evaluar infraestructuras y los daños ocasionados por la DANA”, ha relatado Alicia García, responsable de Marketing y Comunicación de la empresa de Hikmicro. 

Cuántos edificios se han visto afectados por la DANA

Según las estimaciones del Instituto Valenciano de la Edificación, la DANA ha podido afectar a unos 30.000 edificios. “Hay muchísimo trabajo por hacer, muchísimo campo en el que aplicar esta tecnología”, ha detallado Santiago Tormo, subdirector del Instituto de Restauración del Patrimonio de la UPV.

El análisis realizado con las cámaras térmicas permite también evitar problemas de salud asociados a la humedad y que se está constatando en las zonas afectadas. Si se identifican zonas con humedades imperceptibles a simple vista, se puede actuar rápidamente para evitar la aparición de moho y sus efectos perniciosos en el sistema respiratorio de las personas. 

Además, la detección de humedad con cámaras permite también planificar los trabajos de reparación, por ejemplo, para evitar pintar superficies en zonas aparentemente secas que, con humedad oculta generarían un rechazo a la pintura