Los pilotos Aleix y Pol Espargaró, acompañados por el ingeniero y diseñador de motos Alex Baumgaertel y Lluis Leonart, telemétrico del equipo Sito Pons Racing, han impartido hoy una conferencia en la Universidad de Almería (UAL) titulada “Ingeniería en la alta competición: Moto2 y Moto GP”. La cita se enmarca en los actos programados para conmemorar el 25 aniversario de la Escuela Superior de Ingeniería.
Aleix y Pol Espargaró, pilotos de Moto GP en categoría CRT y Moto 2, respectivamente, tienen clara su motivación: seguir ganando carreras para en un futuro cercano llegar a Moto GP. Es su sueño desde pequeños, cuando con apenas 3 años comenzaron a participar en competiciones de enduro. Hoy, con 22 y 21 años y toda una vida profesional por delante, los dos hermanos lideran la clasificación del Mundial, cada uno en su categoría. Pol seguido muy de cerca por otro piloto español, Marc Márquez. El pequeño de los Espargaró logró el liderato tras el GP de Le Mans, el pasado fin de semana. “Todavía es pronto, llevamos pocas carreras y esto es muy largo. El Mundial no es sólo ganar carreras, es puntuar y los errores en esta categoría, la Moto2, se pagan muy caros”, decía Pol Espargaró esta mañana.
Ambos saben que correr a 300 kilómetros por hora puede ser peligroso: sólo hay que ver la colección de monos de carreras que conservan colgados en el garaje de su casa para darse cuenta de que el riesgo es real: rodilleras rotas a modo de cicatrices de la caída. Pero tanto uno como el otro lo tienen claro. Si la velocidad te da miedo, mejor que te dediques a otra cosa: “Estamos acostumbrados a caernos, llevamos desde pequeños dándonos palos. Pero yo, por ejemplo, llevo en el mono protecciones con airbag en toda la parte superior del cuerpo que me protegen en cuanto rozo el suelo. De las caídas, el problema es la primera vez que tocas el asfalto y cuando entras en tierra”, aseguraba Aleix.
A preguntas de los alumnos de Ingeniería Mecánica que han participado en la conferencia que ambos han impartido en el Auditorio de la UAL, los hermanos Espargaró respondían sobre el cambio que ha supuesto para los pilotos accidentes como el que el año pasado acabó con la vida de Marco Simoncelli. “Los accidentes nos afectan inmensamente. Siempre somos la misma gente la que nos reunimos en los circuitos. Nos conocemos todos, independientemente de la categoría en la que compitas. Lo de Simoncelli lo vivimos muy mal, pero no nos podemos permitir el lujo de tener miedo. Dentro de la pista no podemos pensar en ello ni acordarnos de accidentes así. En nuestra profesión, sabemos que para hacer el mejor tiempo hay que llegar al límite”, afirmaba Pol Espargaró, que señalaba, además, que es fundamental estar centrado y relajado encima de la moto: “Para un piloto, el coco es el 80 por ciento”.
Aleix compite en la actualidad en Moto GP en la categoría de CRT en la que participan equipos que no son ni Honda, ni Yamaha ni Ducati. Las motos CRT están más lejos de los prototipos de Moto GP (les falta la potencia y el pico de velocidad que alcanzan éstas en carrera, que pueden llegar en recta a los 340 kilómetros por hora) y más cerca de las de calle y de las superbike. Según apuntaba hoy el piloto catalán, a diferencia de Moto 2, en esta categoría se toca, sobre todo, la electrónica de la moto: “Es importante el control de tracción y poder dominar una moto con 240 cc.. La electrónica hace que no estemos todo el día en el hospital, pero está cobrando demasiada importancia”.
En Moto 2, la categoría en la que compite Pol, no hay control de tracción, pero se compensa haciendo que la máquina sea menos “nerviosa”. “No podemos tocar mucho la moto, debemos adaptarnos a ella y no ella a nosotros. El año pasado fue una experiencia súper dura para mí, y este año hemos empezado con Kalex y estoy feliz”, apuntaba el pequeño de los Espargaró.
Junto a ellos han participado en esta conferencia, organizada por la Escuela Superior de Ingeniería, Alex Baumgaertel, ingeniero y diseñador de las motos Kalex Moto-2 y Moto-3, y Lluis Leonart, telemétrico del equipo Sito Pons Racing. El primero ha explicado el proceso de diseño hasta llegar a la moto que llevan los Espargaró y el segundo ha contado cuál es el trabajo de un telemétrico: recoger y analizar todos los datos (hasta 200 datos por segundo) que se graban en la memoria interna de la moto y así corregir posibles errores de chasis o de motor. La telemetría, decía Leonart, ingeniero de telecomunicaciones, sirve para comparar la evolución de las motos de unos pilotos y otros.
Los Espargaró siempre juntos
Aleix tenía 3 años cuando su padre le compró una Mecatecno 50, con esa misma edad Pol tuvo una Lem 50 automática. No hacían sino continuar con la pasión de su padre, que varias veces ha hecho las 24 horas de Lliçà. Con cinco años, Aleix corrió el Enduro para niños del Campeonato de Catalunya. Su padre enseguida se dio cuenta de que sus hijos habían nacido para esto: en 2003, Aleix ganó el Campeonato de Catalunya, y al año siguiente lo hizo Pol. En el 2004, Aleix ganó el campeonato de España, y Pol al año siguiente. En el 2005, Aleix dio el salto al Mundial y un año después lo hizo Pol. Uno le ha ido abriendo el camino al otro. Inseparables siempre.
Los dos ganaron con quince años el Campeonato de Catalunya, con dieciséis el de España y con diecisiete empezaron a correr el Mundial. En la actualidad, ambos lideran el campeonato del Mundo en las categorías en las que compiten.
