El Aula Permanente de Formación Abierta desarolla desde septiembre el Seminario Inteligencia Emocional, Intergeneracionalidad e Inclusión: el arte de ser feliz en una sociedad para todas las personas, coordinado por el profesor de Psicología, José Luis Cabezas Casado.
El seminario congrega cada jueves por la tarde en el Espacio Quinto Centenario de la Universidad de Granada a personas de diferentes edades y capacidades, que se reúnen para aprender juntas y para mostrar que estamos en una sociedad para todas las personas, diversa e intergeneracional. El seminario durará todo el curso académico.
Jóvenes estudiantes de la Facultad de Trabajo Social adoptan a una persona mayor del Aula Permanente y, a su vez, estos adoptan a un joven universitario con el objetivo de aprender inteligencia emocional y, sobre todo, vivirla y ponerla en práctica. Aprenden así a trabajar las emociones, a comunicarse mejor, a comprender a los demás y a saber responder a las inclemencias emocionales de la vida. El aprendizaje es interactivo, práctico, cálido. Afectivo y efectivo. A veces, el encuentro en clase es la excusa académica para que nazca una amistad intergeneracional que sobrepasa los límites del aula y del día de la semana para convertirse en una amistad para siempre.
La metodología de trabajo es muy especial, explica el profesor Cabezas Casado, director de Inclusión en el Vicerrectorado de Igualdad, Inclusión y Sostenibilidad de la UGR. Los participantes lanzan cada jueves el dado de la Inteligencia Emocional o de la Paz interior. En la tirada, el azar marca cada semana la brújula de los siguientes siete días con una de sus 6 caras posibles: Aprender a vivir el momento presente, amar la diversidad de los demás, acoger las emociones de los demás, perdonar y perdonarse, aceptación y autoaceptación y comunicarse. Cada una de las posibilidades sirve como referencia para, desde un ángulo distinto, compartir experiencias, dificultades y, sobre todo, mostrar de forma empírica que la inteligencia emocional incide en su felicidad cotidiana a personas de cualquier edad.
Una faceta singular de este seminario es que nadie puede quedar atrás en esta sociedad, que podemos y debemos aprender de personas que tienen otras capacidades, que la diversidad es una riqueza que hay que aprender a valorar. “Diferentes jueves nos visitan personas que trabajan por la Inclusión y nos damos permiso para aprender de cada persona. El jueves 16 de diciembre, por ejemplo, nuestros profesores y profesoras fueron personas de la Asociación Granada Down que nos enseñaron el valor de la Inclusión. El aplauso hacia ellos y ellas fue atronador. En noviembre nos visitaron mayores de una Residencia Maria Auxiliadora que compartieron en una mesa redonda singular otra visión del arte de cumplir años. Allí nacieron vocaciones a la Gerontología precoces en el alumnado”, explica el profesor.
El programa del Seminario es y será diverso también. “Los y las jóvenes de todas las edadesaprenden todo un programa interesante: lengua de signos, aprenden a automotivarse, aprenden a reconocer y trabajar emociones, a comunicarse verbal y no verbalmente, a valorar a las personas y sus capacidades diversas, aprenden igualdad”, cuenta Cabezas Casado.
El Seminario se ha convertido en una referencia de la inclusión “desde la humildad y la sencillez del trabajo práctico cotidiano y ya recibe visitas de profesorado interesado en la experiencia de otros países”, según su coordinador,que concluye:“La inteligencia emocional que aún nos dará muchas más sorpresas en este año que más que nunca la necesitamos y donde todos y todas somos necesarios. Como decimos en clase:No queremos ser locomotoras en solitario, ni vagones remolcados, sino todos y todas locomotoras sociales avanzando en cordada, desde la Inteligencia Emocional”.