El estímulo social es clave en el tratamiento de las adicciones, según un estudio de la UMA

Patricia Sampedro, investigadora principal de este estudio de la UMA.

Investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Málaga, especializados en trastornos adictivos, han probado a partir de un modelo animal que la presencia de un estímulo social relevante reduce el interés por la cocaína.

Pertenecientes al grupo ‘’Neuropsicofarmacología aplicada en enfermedades neurológicas y neuropsiquiátricas’ del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), han evidenciado que ofrecer a los animales un reforzador positivo y relevante como es la interacción social con otro animal puede aminorar la preferencia por la búsqueda de esta droga. 

Para su desarrollo han utilizado el llamado ‘paradigma de condicionamiento de preferencia de lugar’ que, según la investigadora Patricia Sampedro, autora principal de este trabajo, permite estudiar la preferencia del animal por dos contextos diferentes entre sí, siendo uno de ellos en el que se ha emparejado con la administración de cocaína y el otro, en el que el animal ha recibido suero salino. “Tras 4 días de observación detectamos que preferían pasar más tiempo en el compartimento asociado a la droga”, afirma la experta.

Reforzador positivo

En una siguiente fase del estudio, los científicos situaron a un ratón juvenil, un alto reforzador positivo para los roedores, en el compartimento en el que los animales habían recibido suero salino y se analizó si preferían pasar más tiempo en este lugar o en el compartimento que habían asociado con el efecto de la droga. “Nos dimos cuenta de que la mayoría de los animales preferían pasar más tiempo con este estímulo social que explorar el contexto en el que habían recibido la cocaína”, señala Sampedro, quien destaca, por tanto, el papel clave de la interacción social para la reducir la saliencia y búsqueda de la droga.

Las conclusiones de este artículo científico, publicado en la revista ‘Journal of Psychopharmacology’, muestran resultados similares tanto en modelos animales que viven de forma individual como en aquellos que viven en grupo y, además, también han tenido en cuenta el factor novedad.

“Realizamos el mismo experimento, pero usando como reforzador un objeto inanimado nuevo -un cubo de Rubick- y en este caso, observamos que los animales preferían el compartimento emparejado con la administración de la droga, lo que significa que es en sí el componente social lo que resulta altamente relevante para captar su atención”, concluye.

Este equipo de investigación propone el apoyo social como herramienta clave dentro del tratamiento de la adicción a las drogas. Como siguientes pasos, los investigadores buscan avanzar en nuevas estrategias que reduzcan el atractivo de la droga y cambien la preferencia hacia actividades más saludables como el ejercicio físico.

El grupo ‘Neuropsicofarmacología aplicada en enfermedades neurológicas y neuropsiquiátricas’ está liderado por los catedráticos de la Facultad de Psicología de la UMA Luis Javier Santín y Carmen Pedraza. Patricia Sampedro, autora principal de este artículo, es investigadora postdoctoral Juan de la Cierva, perteneciente al Departamento de Psicobiología y Metodología de las Ciencias del Comportamiento. Entre sus principales líneas de estudio destacan la neurobiología de la adicción y el impacto de estrategias conductuales sobre el trastorno por consumo de sustancias.

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