Andalucía tendrá un millón de habitantes menos en 2070 y el doble de mayores de 65 años

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Sede de la Universidad Internacional de Andalucía

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez, ha inaugurado este jueves las primeras jornadas de análisis sobre el reto del envejecimiento de la población, “Envejecimiento Demográfico y Estado del Bienestar”, organizadas por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía y la UNIA. Un encuentro en el que se ha puesto de manifiesto las previsiones demográficas para la región, con un millón de habitantes menos y el doble de mayores de 65 años para el año 2070.

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, ha subrayado la necesidad de abordar el reto del envejecimiento de la población, un fenómeno nuevo y que es “clave” para el futuro.

En las jornadas, un grupo de expertos comenzará a analizar la situación con el fin de poder diseñar un plan de actuación con el fin de prepararse para los cambios y garantizar la sostenibilidad de los servicios públicos (pensiones, salud, educación o dependencia), ya que “que garantizan la equidad y son factores económicos de competitividad” y podrían llegar a estar en riesgo si no se prevé esta evolución.

En cuanto a la reducción de las personas en edad laboral, ha señalado que “no nos preguntaremos en lugar de cuántos empleos se crean, por la calidad de los mismos”, asegura, dado que “deberán ser capaces de sustentar nuestro modelo de país”.

El titular de Economía y Conocimiento ha recordado que se trata de una cuestión internacional “de máxima actualidad” en la que también hay que tener en cuenta factores como el cambio climático, que está cambiando con rapidez la capacidad para disponer de  recursos como el agua. Así, la Unión Europea está inmersa en el debate sobre las consecuencias del envejecimiento poblacional, mientras que a nivel nacional se ha abordado en la Conferencia de Presidentes (entre comunidades autónomas y Gobierno central) y se ha constituido un grupo de trabajo para la Estrategia Nacional frente al reto demográfico.

Ramírez de Arellano ha señalado que “preocupa” la disminución de la población en el periodo que hoy consideramos activo, entre los 16 y los 65 años, “algo que tendremos que tener en cuenta”, a lo que se suma la cuestión de la distribución territorial de la población. Andalucía ha trabajado durante décadas para combatir desequilibrios entre la costa y el interior con el fin de evitar una economía costera, algo “perjudicial tanto para el equilibrio economía como en términos de eficiencia de los servicios públicos” si se tuvieran que atender grandes zonas escasamente pobladas. Así, se han adoptado medidas para que sea posible el desarrollo personal y económico en el entorno rural con políticas específicas tanto en la Agenda Andaluza por el Empleo como agrarias; algo en lo que se seguirá incidiendo con actuaciones como las contempladas en la Ley Andaluza de Fomento del Emprendimiento –en trámite parlamentario actualmente-, que dedica un apartado específico en este ámbito.

En cuanto al papel de la inmigración, ha señalado que la inmigración ordenada puede ser una solución parcial, pero ha subrayado que “lo lógico será crear las condiciones en esos países para que su población pueda permanecer en ellos y que eso sea una oportunidad para el desarrollo económico” de la propia Europa.

Según el escenario medio de las proyecciones de población del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía, la población andaluza se mantendrá en torno a los 8,4 millones hasta el año 2040 y partir de ese momento disminuirá, perdiendo en los 30 años siguientes ochocientos mil efectivos hasta situarse en los 7,6 millones de habitantes en el año 2070, lo que supone volver al volumen de población de principios de siglo.

Todos los escenarios analizados por el IECA –bajo, medio y alto– en estas proyecciones anuncian un fuerte cambio en la estructura por edad de la población andaluza, que experimentará un creciente envejecimiento, gracias a las mejoras de la esperanza de vida y la llegada a esas edades de generaciones muy numerosas. En 2070 la población mayor de 65 años llegará a ser un tercio del total un 33,6%,  frente al 16% actual.

A este envejecimiento poblacional contribuye el descenso en el número de nacimientos que la proyección prevé para los próximos años y que hace que la población menor de 16 años pase de 1,5 millones en 2016 (17,4% del total) a 964.838 en 2070 (un 12,6%).

La posibilidad de que la mayor parte de las personas puedan envejecer supone un importante logro de la sociedad, pero además supone una serie de desafíos para las políticas públicas en cuanto al mantenimiento de las conquistas sociales logradas. En este sentido, se deberán abordar cuestiones como el mercado de trabajo, las pensiones o las políticas de envejecimiento activo.

La jornada “Envejecimiento Demográfico y Estado del Bienestar” se dividirán en dos partes, en la sesión de mañana se abordarán las implicaciones que conllevan el envejecimiento de la población en distintas áreas y por la tarde una mesa redonda en torno al reto demográfico y las políticas públicas.

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