Twitter fue fundamental en el confinamiento para favorecer conductas colaborativas

El impacto de la COVID-19 no solo se ha reflejado en el ámbito sanitario o económico, sino que también ha tenido notables efectos en los hábitos de vida de la ciudadanía, entre los que la situación de aislamiento físico por el confinamiento aumentó el uso de las nuevas tecnologías como herramientas al servicio de la información y la interacción, tal y como ya se ha abordado en algunos estudios científicos.

Ante este escenario, una investigación de la Universidad de Málaga se ha centrado en el uso de Twitter, en concreto, como transmisor de mensajes positivos durante el pleno confinamiento, cuando esta red social supuso “una vía de conexión entre las personas”.

El estudio, publicado en la revista ‘International Journal of Environmental Research and Public Health’, ha analizado publicaciones realizadas entre el 16 de marzo y el 19 de abril de 2020, cuando una gran parte de la población debía permanecer en casa. Así, contempla cinco muestras, una por semana, que albergan un total de176 966 publicaciones, donde se recoge el hashtag #Yomequedoencasa y sus variantes en distintos idiomas: #stayhome, #jeresteàlamaison, #restealamaison, #stoacasa, #restaacasa, #ficaemcasa, #euficoemcasa, #ichbleibezuHause, #Bleibzuhause.

La construcción de una red de apoyo

Para llevar a cabo este estudio, se llevaron a cabo diversos procedimientos. Primero, se identificó la distribución y conectividad de la red, así como las comunidades que la conforman, mediante un algoritmo de distribución (Force Atlas2), que simula un sistema físico para distribuir los nodos de una red; otro algoritmo empleado para analizar el nivel de cohesión en la red completa (de clustering coefficient, de Latapy); y, por último, algoritmo de modularidad (aplicado con Gephi), que detecta las comunidades según sus afinidades y las representa en un grafo, a través de diferentes colores, como se puede apreciar a continuación:

También se empleó un análisis etnográfico de la actividad de las distintas comunidades para detectar sus ejes de conversación (hashtags y temáticas) y sus vinculaciones, que se aplicó a las 40 comunidades más destacadas de la muestra para observar distintos aspectos: sus vínculos sociales y organizativos (participación comunitaria, sentido de comunidad, apoyo social y resiliencia), sus temas de conversación (como salud, ocio y cultura, propuestas políticas, solidaridad, crítica política o críticas a la comunidad) y los recursos comunicativos que empleaban.

“Aunque la conversación se estructura mediante los mismos hashtags, las pautas de conectividad se hallan en las comunidades con determinadas similitudes como la localización geográfica y el idioma, por lo que prevalecen los lazos locales ​​que reflejan afinidades y comportamientos y temas similares”, afirma la investigadora del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UMA Andrea Castro-Martínez, una de las autoras del estudio.

Sin embargo, la experta señala que a pesar de que se advierten ejes de conversación particulares, ligados a un espacio geográfico o a un interés determinado, los mensajes se encuadran en las temáticas mayoritarias de conversación: la salud y los recursos vinculados al ocio y la cultura.

El uso constructivo de Twitter: resiliencia y mensajes positivos

Los resultados de la investigación señalan, asimismo, un amplio apoyo social en torno a distintas facetas, ya sea de carácter emocional (mensajes de agradecimiento y ánimo, incluso entre usuarios desconocidos), instrumental (expresiones como la ayuda hacia los grupos de alto riesgo y colectivos como los sanitarios, profesionales de actividades esenciales o contagiados) o informacional (información útil para resolver problemas o difusión de medios de comunicación, por ejemplo).

En cuanto a la resiliencia, se detecta un proceso de retroalimentación, ya que los usuarios que dan muestra de su capacidad de adaptación son reforzados con mensajes positivos, más allá de las publicaciones que expresan miedo, incertidumbre o enfado, que son minoritarias a nivel global, según la investigadora.

Los mensajes de ánimo colectivo y los contenidos humorísticos, por otro lado, destacan ampliamente y suelen generar más interacciones, Además, en este primer periodo de la pandemia que abarca el estudio, no se detecta una presencia relevante de noticias falsas ni argumentaciones negacionistas.

“Esposible usar Twitter de forma positiva como herramienta constructiva para la comunidad en épocas de crisis sanitarias y sociales, como el ocurrido en el primer periodo de la pandemia, cuando se utilizó para establecer contacto social mediante interacciones sobre cualquier aspecto y para fomentar la colaboración, la solidaridad, el apoyo social y la resiliencia”, concluye la investigadora Castro-Martínez.

Referencia Bibliográfica:

Castro-Martínez, A.; Méndez-Domínguez, P.; Sosa Valcarcel, A., & Castillo de Mesa, J. (2021). Social Connectivity, Sentiment and Participation on Twitter during COVID-19. International journal of environmental research and public health, 18(16): 8390. https://doi.org/10.3390/ijerph18168390

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