En este estudio del Instituto de Investigaciones Clínicas de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), se aplicó un tratamiento efectivo y seguro para disminuir la mortalidad después de 28 días en pacientes hospitalizados con neumonía por COVID-19.
El autor, Hermando Gaitán Duarte, afirma que tras varios meses el estudio demostró una tasa de mortalidad para el tratamiento estándar del 17 % y una tasa de mortalidad para tratamiento combinado del 10 %, lo que le permite al enfermo inhibir su respuesta inflamatoria y atacar el virus con un antiviral.
Además, a nivel general frente al tratamiento estándar, el estudio –que aplicó un tratamiento farmacológico combinado a partir de medicamentos para el tratamiento de la infección por VIH, el control del colesterol sanguíneo y la gota (un tipo de artritis)– redujo la mortalidad un 53 % en los primeros 28 días después de iniciado el tratamiento.
De igual manera, gracias a la inhibición de la respuesta inflamatoria, se disminuye en un 8 % la necesidad del uso de la ventilación mecánica invasiva.
“En marzo de 2020, al inicio de la pandemia, los pacientes que tenían neumonía producto de la infección por COVID-19 y estaban hospitalizados alcanzaban una mortalidad del 25 %; según un estudio publicado en la revista Recovery en Inglaterra demostró que con el uso de la dexametasona la mortalidad se redujo al 22 %, y más recientemente el manejo de estos pacientes mejoró, reduciendo también la tasa de mortalidad hasta el 15 %”, explica el experto.
Agrega que dichos datos evidencian la eficacia del tratamiento desarrollado por el Grupo de Evaluación de Tecnologías y Políticas en Salud (GETS), adscrito a la UNAL y al Hospital Universitario Nacional de Colombia (HUN).
Tratamiento combinado
El profesor Gaitán explica que, apoyados en el modelo fitopatológico de la enfermedad, el cual identificaba una fase inicial de replicación del virus en el organismo –que podía comprometer especialmente el pulmón (neumonía)– y una segunda fase caracterizada por una respuesta inflamatoria exagerada del individuo a la infección, que impacta de manera negativa órganos como corazón, riñones, hígado y pulmones, se consideró que quizá los pacientes podrían responder a tratamientos antivirales y antiinflamatorios o la combinación de estos.
Con base en estos elementos se diseñó un ensayo aleatorizado en el que se evaluaron tres estrategias terapéuticas sumadas al tratamiento de soporte, comparados contra el tratamiento estándar o de soporte utilizado en el mundo.
En todos los pacientes participantes se garantizó la aplicación de los mejores estándares de tratamiento disponibles en el país, que incluyen la administración del medicamento dexametasona, utilizado para el tratamiento de la COVID-19 desde junio de 2020.
Un primer grupo de pacientes recibió los medicamentos antivirales tenofovir en conjunto con emtricitabina, usados comúnmente para tratar la infección por VIH.
Otro grupo recibió una combinación de colchicina, un medicamento para uso en la gota, con la rosuvastatina, usada en enfermedades producidas por el colesterol y el infarto cardiaco y que tienen acciones antiinflamatorias.
Un tercer grupo recibió una combinación de los cuatro medicamentos descritos antes, y un cuarto grupo (conocido como grupo control) no recibió estos medicamentos, pero sí el tratamiento que incluye la aplicación de los mejores estándares disponibles y que se ha utilizado en los estudios realizados en todo el mundo durante la pandemia.
HUN, centro de innovación en salud
Según el profesor Gaitán, los resultados de la investigación evidencian que el HUN puede consolidarse como un centro de innovación en salud desde el cual se dé respuesta a las necesidades de los colombianos. Los hallazgos del estudio acaban de ser publicado por la revista The Lancet.
Para el profesor Giancarlo Buitrago, director de Investigación e Innovación del HUN, el estudio es un hito porque es el único experimento clínico realizado en Colombia con pacientes hospitalizados con COVID-19 con recursos públicos interinstitucionales.
El profesor Jorge Alberto Cortés, médico infectólogo, agrega que el tratamiento forma parte del protocolo de atención al paciente hospitalizado con COVID-19 en el HUN, mostrando muy buenos resultados en el desenlace de estos pacientes y se espera que su efectividad se continúe comprobando en otras partes de Colombia y del mundo.
En el estudio clínico también participaron investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana y la Fundación Universitaria Sanitas, en colaboración con algunas instituciones de salud de Bogotá como el Hospital San Ignacio, las Clínicas Colombia, Reina Sofía y Santa María del Lago, y la Fundación Cardio Infantil.