A la celiaquía (intolerancia al gluten) se la conoce como la enfermedad de las mil caras. Siempre ha estado con nosotros, pero actualmente se diagnostica más, y los estudios han demostrado que tiene base genética muy importante. Hasta hace unos años, era una enfermedad oculta, dado que no siempre está relacionada con problemas gastrointestinales, porque también puede ocasionar epilepsia, infertilidad o incluso abortos recurrentes, entre otras sintomatologías.
El investigador David Bernardo, del Grupo de Inmunidad de las Mucosas del Instituto de Biomedicina y Genética Molecular (IBGM UVA-CSIC), lleva muchos años investigando esta enfermedad, a la que se acercó por su interés como enfermo celíaco gracias a su tesis doctoral, con la que pudo incorporarse al grupo del IBGM, referente en España en su estudio gracias a la labor de otro investigador, Eduardo Arranz.
Por qué es tan difícil diagnosticar la celiaquía en adultos
La celiaquía “es una enfermedad compleja”, aunque matiza que “en niños es más fácil de diagnosticar, pero en adultos es un problema, porque muchos en cuanto tienen sospecha excluyen automáticamente o disminuyen el gluten de la dieta y eso dificulta el diagnóstico, ya que cuando llega a las pruebas está parcialmente recuperado”, explica David Bernardo.
Ante la idea de que la enfermedad celíaca afecta a cada vez más gente en nuestros días, Bernardo aclara que no es cierto “la enfermedad celíaca no ha aumentado, sino que ahora la incidencia es mayor porque se diagnostica más”. Por cada celíaco diagnosticado, hay cinco que no lo han sido. “Un ejemplo es el mío- aclara-, yo soy de la cuenca minera del Nalón y fui el primer diagnosticado en 1982 de cien mil habitantes, con tan sólo año y medio de edad”. De hecho, la celiaquía tiene una base genética, y eso explica que tanto su madre como una de sus hijas lo sean también.
“Se cree que casi el setenta por ciento de la enfermedad tiene un componente genético, pero las diferencias genéticas entre unos y otros enfermos son diferentes, por esta razón es tan difícil de diagnosticar”.
Cuáles son los síntomas de esta intolerancia al gluten
Por lo general, los síntomas pueden ser muchos y variados, aunque los más frecuentes son los problemas gastrointestinales, desde diarreas malolientes y amarillentas a estreñimiento. En los niños, por ejemplo, se puede dar un retraso en el crecimiento. “Ya no se ven casos extremos como los de antes de niños muy delgados con barriga, el fenotipo de un niño celíaco”. La introducción del gluten a partir de los seis meses y poco a poco ha ocasionado que no lleguen hasta estos extremos.
Gracias a la labor que está desarrollando la asociación de pacientes en la divulgación de la enfermedad, el pediatra ahora en cuanto ve ciertos signos o problemas gastrointestinales en los niños, lo primero que va a pensar en esta enfermedad. Otro asunto distinto es la celiaquía en adultos.
Qué otros problemas de salud están relacionados con la celiaquía
“La celiaquía se ha relacionado hasta con ataques de epilepsia”. Añade que “las consecuencias de esta enfermedad pueden ser múltiples, ya que puede dar lugar a multitud de síntomas, desde abortos recurrentes, infertilidad masculina, ataxia cerebelosa o falta de coordinación de movimientos”. El porqué hay que buscarlo en la falta de absorción de nutrientes que esta enfermedad produce, porque se encuentra en el duodeno y si tienes una inflamación del intestino, el duodeno deja de absorber nutrientes. “Si por ejemplo necesitas un oligoelemento para que te funcione bien el cerebro y dejas de absorberlo bien, tiene sus consecuencias”.
Bernardo compara esta enfermedad como cuando tienes de pequeño miopía y estás acostumbrado a esa visión borrosa hasta que te pones las gafas y compruebas que se puede ver mejor. Al celíaco le ocurre algo similar, ya que está acostumbrado a padecer problemas desde siempre hasta que deja el gluten y es cuando se da cuenta que antes no estaba bien porque con la dieta sin gluten su metabolismo mejora. “Y no tiene que estar asociado a un problema gastrointestinal, porque puede padecer, por ejemplo, cansancio y antes de quitarse el gluten necesitaba dormir muchas horas”.
Celiaquía versus Chron y colitis ulcerosa
El grupo del IBGM no sólo aborda en sus investigaciones esta enfermedad sino que las amplia a la enfermedad inflamatoria intestinal, una patología que en realidad son dos: la enfermedad de Chron y la colitis ulcerosa. La diferencia entre la celiaquía y ésta es que en este último caso tu sistema inmune se equivoca y ataca a las bacterias del intestino, mientras que en la celiaquía, ataca a la proteína de la dieta, en concreto el gluten.
Por esta razón, la síntomatología de estas enfermedades se produce en un órgano concreto que, en el caso de la celiaquía, es el duodeno, porque es allí donde se produce la absorción de nutrientes y cuando es atacada la proteína por nuestro propio organismo, el duodeno se inflama. En el caso de la enfermedad inflamatoria intestinal, las bacterias se encuentran en el colón y en el íleon, por lo que la inflamación se produce en estos dos órganos cuando nuestro cuerpo ataca las bacterias.
Qué base genética tiene la celiaquía
La celiaquía tiene una base genética y ambiental. El 96 por ciento de los pacientes celíacos tienen un polimorfismo genético concreto, el gen HLA-DQ2 ó DQ/8. Un 96 por ciento de los celíacos y un 30 por ciento de la población sin la enfermedad tiene este gen. “Por lo tanto, este gen resulta casi imprescindible para ser celíaco, pero no es suficiente, porque hay otros factores”. Otro de ellos es que el diez por ciento de los familiares de primer grado de un celíaco va a tener la enfermedad y sube al treinta por ciento en mellizos y al setenta por ciento en gemelos.
Los gemelos dan la pista de que «la celiaquía tiene un setenta por ciento de base genética y un treinta por ciento de componente ambiental”. Se han hecho muchos estudios y hemos encontrado muchos polimorfismos pero ninguno concreto que los identifique a todos, a excepción del anteriormente citado.
Qué otras características presentan las personas celíacas
Bernardo señala otra característica de estos pacientes, “tienen una composición de bacterias y virus intestinales diferente al resto”. Explica que las bacterias son diferentes y al digerir el gluten cuando se digieren provocan “trozos de gluten diferente”.
Pero los factores ambientales también afectan, como es la alimentación. Pone un ejemplo de una fracción de una región (Karelia) que comparten Finlandia y Rusia, cuya base genética de los habitantes es la misma en ambos lados. Sin embargo se da mayor prevalencia de celíacos en Finlandia, lo que da pie a pensar que está influido por un componente ambiental. Incluso el hecho de nacer por cesárea o por parto natural influye en la prevalencia, porque hay más en estos primeros, y una de las causas es porque no se han expuesto en el nacimiento a las bacterias de la madre.
En resumen, Bernardo expone un esquema de las causas que pueden llevar a una persona a esta enfermedad. “Hay que pensar en la celiaquía como una enfermedad de cien puntos, es decir, vas a ser celíaco cuando llegues a los cien puntos. «Si tengo el DQ2 parto con cuarenta puntos, pero luego se van añadiendo otros hasta completarlos para desencadenar en la celiaquía”.