Una docena de mujeres víctimas de violencia de género han participado en lo que va de año en el programa ‘Mother’s Up’ que ofrece intervención psicológica a través de terapia asistida con caballos, que desarrollan el club hípico ‘Aros’ y la Asociación de Salud Mental Infanto Juvenil ‘Quiero Crecer’.
El objetivo del proyecto es reducir el impacto psicológico derivado del maltrato sufrido, potenciar recursos para ayudarlas a superar las secuelas y que recuperen las habilidades de crianza de sus hijos. La terapia equina se desarrolla en varias sesiones y les ayuda a superar los roles estereotipados que conllevan patrones de sumisión y a aumentar su confianza personal.
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, visitó el club hípico donde se desarrolla este programa y comprobó cómo “nuestro comportamiento cambia cuando estamos junto a un animal tan poderoso como el caballo que suele intimidar, lo que crea la oportunidad de vencer miedos y desarrollar confianza. Es indudable lo beneficiosa que es una terapia equina asistida”, dijo. Además, agradeció la puesta en marcha de “un recurso más que ayuda a estas mujeres a salir adelante”.
Perros
La Asociación ‘Quiero Crecer’ ha desarrollado además un proyecto de terapia asistida con perros para niños. En el programa ‘Toy’ han participado 10 menores que son atendidos en el Servicio de Atención Psicológica para Menores Expuestos a Violencia de Género (Sapmex). Se ha creado para ellos un espacio terapéutico donde trabajan la expresión emocional mediante el contacto con perros. Una terapia que les ha ayudado además a disminuir la ansiedad y a aprender a manejar el miedo y la inseguridad.
Ambos programas de terapia con animales forman parte de los recursos puestos en marcha por ‘Quiero Crecer’ en el Sapmex, que ha atendido en lo que va de año a 291 menores que han estado expuestos a situaciones de violencia. Esta asociación inició en 2006 una investigación sobre las reacciones postraumáticas en menores expuestos a violencia intrafamiliar, y el resultado es un protocolo de evaluación e intervención que ayuda a reducir la posibilidad de que estos menores desarrollen comportamientos violentos en el futuro.
