Un proyecto para establecer en Elche una fábrica dirigida a la producción de calzado mediante la tecnología 3D Bonding, desarrollada por la empresa Simplicity Works del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (PCUMH) de Elche, es la propuesta que ha presentado recientemente al Ministerio de Industria un consorcio liderado por esta compañía ilicitana. Simplicity Works es una de las tres empresas del Parque Científico de la UMH que lidera una iniciativa apoyada por la Generatitat Valenciana para acceder a los fondos europeos de recuperación Next Generation.
Estos fondos son un instrumento aprobado por el Consejo Europeo para estimular la recuperación económica, tras la pandemia provocada por la COVID-19. La iniciativa Eco Challege, lanzada por el consorcio liderado por Simplicity Works, cuenta con un presupuesto de 170 millones de euros. El objetivo del proyecto es poder establecer una fábrica en Elche en la que se puedan producir 24 millones de pares de zapatos para el año 2026, un proyecto que permitiría la creación de más de un centenar de puestos de trabajo. A esta propuesta se han unido diferentes entidades, tanto del sector del calzado como relacionadas, entre las que se encuentran Pikolinos, Inescop, AVECAL, Greene Waste to Energy o Grupo Soledad.
La innovación de la producción propuesta por la empresa del PCUMH radica en que se realizaría a través de la tecnología 3D Bonding, desarrollada por Simplicity Works. Esta consiste en un proceso que reemplaza las costuras manuales por unas creadas a través de una unión química, lo que permite ofrecer una mejora sustancial en el rendimiento del producto, dotar al material utilizado de flexibilidad y proporcionarle una mayor precisión y adaptabilidad. También, mejores cualidades impermeables, mayor estabilidad tridimensional y durabilidad.
Esta simplificación, además, permite que sea económicamente factible fabricar calzado 100% hecho en Europa, ya que se reducirían los costes de producción. Así, la tecnología 3D Bonding de Simplicity Works fomentaría la producción local y reduciría la cantidad de material utilizado, el uso de recursos como el agua y la energía y el empleo de productos como los químicos, lo que disminuiría así su efecto pernicioso.