Resveratrol, el extracto de vid con el que se pueden prevenir infartos

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Cerca del 93 por ciento de los residuos que se producen en la vendimia son restos de la poda de la vid, y se conocen como sarmientos. Hasta ahora, esta biomasa se empleaba para la producción de compost orgánico o, directamente, como leña. Sin embargo, puede tener usos mucho más interesantes, en industrias como la cosmética o la farmacéutica, gracias a la lignina, el elemento leñoso de este residuos, del que se pueden obtener compuestos con propiedades antioxidantes y que pueden ayudar a prevenir infartos.

Los residuos de poda de vid pueden tener una segunda vida para la elaboración de productos nutracéuticos y biocombustibles.

El grupo de investigación Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad de Jaén, en colaboración con el grupo de Energía y Química Sostenible del CSIC y la Unidad de Biocarburantes Avanzados y Bioproductos del CIEMAT tratan de dar una vida nueva a los restos de poda de la industria vitivinícola, y obtener de ellos compuestos de interés para la salud, que ayuden a la prevención y tratamiento del infarto de miocardio, en el marco del proyecto de investigación Bio VineShoot.

Los equipos científicos están aplicando sus avances en el campo de la biorrefinería y desarrollando nuevos métodos más avanzados para obtener resveratrol, un antioxidante presente en los sarmientos de vid, con propiedades beneficiosas para la salud.

Qué es el resveratrol, el componente de la vid que ayuda a prevenir infartos

El resveratrol, presente también en el vino, es la base se productos nutracéuticos y complementos alimenticios, por sus efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular. Este compuesto antioxidante mejora el perfil lipídico en la sangre, es decir, reduce triglicéridos, el colesterol malo, también evita una concentración alterada de la relación calcio-sodio.

De la misma manera, el resveratrol mejora los marcadores de función cardíaca, que van a la baja; evita que se rompa el ADN; mejora también la histología del tejido de miocardio. También mejora la actividad antioxidante enzimática.

En pruebas realizadas en modelo animal en la Universidad de Gafsa (Túnez), se ha comprobado que los extractos con estos antioxidantes presentes en los restos de poda de vid se mejoran el perfil de lípidos plasmáticos, mientras que disminuyó la concentración alterada de iones plasmáticos, los marcadores de disfunción cardíaca, la escalera del ADN y la necrosis del tejido miocárdico.

María del Mar Contreras, investigadora del grupo Ingeniería Química y Ambiental de la UJA.

Cómo se extrae en la UJA el componente de la vid que mejora la salud cardiaca

La obtención de los extractos no es nada sencilla, de ahí que el equipo de la Universidad de Jaén, encargado de la producción de biocompuestos y bioenergía a partir de la fracción hemicelulósica de sarmientos de vid dentro del proyecto Bio VineShoot, trabaje en métodos más avanzados y ecológicos.

Concretamente, los investigadores han empleado ultrasonidos, una técnica con la que se reduce el coste energético, afirma la investigadora del programa Ramón y Cajal en la Universidad de Jaén, María del Mar Contreras. Y ahora también se está probando con microondas, con las que se logra un ahorro energético todavía mayor, a la vez que se incrementa la proporción de resveratrol obtenida de la biomasa de vid.

Además, para favorecer la obtención del resveratrol de los sarmientos de vid han empleado una solución acuosa de etanol, que es un disolvente orgánico poco tóxico, en comparación con otros compuestos utilizados en procesos de extracción, que está aceptado en las industrias alimentaria y farmacéutica.

Sarmientos de vid empleados para extraer compuestos antioxidantes.

Qué se busca con las nuevas técnicas de extracción de compuestos de los sarmientos

«Trabajamos para reducir el coste energético de la extracción, mejorar todo el proceso y obtener extractos más ricos en estos compuestos que nos interesan», añade María del Mar Contreras.

Los ensayos de extracción de compuestos bioactivos se están llevando a cabo con restos de la variedad de vid xarel lo, una variedad de uva blanca, propia de la comarca catalana del Penedés, que se encuentra entre las tres más empleadas en la producción de cava. No obstante, el equipo de la Universidad de Jaén espera analizar también otras variedades de vid, porque el perfil de elementos que se pueden extraer cambia de una variedad a otra.

Como se trata de un proyecto de economía circular, para la revalorización de los residuos resultante de la poda de vid, se va más allá de la extracción de compuestos bioactivos y de interés para la industria y la energía.

Grupo de investigación de Ingeniería Química y Ambiental de la UJA.

Qué otros productos se pueden obtener de la vid

En este proyecto se persigue llegar al residuo cero. Para ello, en el marco del proyecto Bio VineShoot se está trabajando en la obtención de otros bioproductos, como azúcares, que pueden ser fermentados para la producción de biocombustibles u otros compuestos químicos que puedan tener valor en la industria. «La idea es cerrar el ciclo y no tirar nada, para aprovechar todo el sarmiento», explica María del Mar Contreras.

Este proyecto de colaboración entre la Universidad de Jaén, el CSIC y el CIEMAT vale para demostrar las posibilidades de la revalorización de unos residuos que actualmente suponen un problema ambiental, con una estrategia de economía circular, que no deja huella en el medio ambiente y contribuye a la obtención de un conjunto de compuestos con interés desde el punto de vista de la salud y también económico.