La cocina, corazón del hogar. Es el tema sobre el que versó anoche el coloquio organizado por la multinacional Cosentino en Almería y analiza qué papel juega este espacio dentro de la casa en la sociedad del siglo XXI.
Espacio que, como se recordó anoche, nunca ha sido sólo un espacio de cocina, sino también de reunión familiar en torno a unos fogones, a un plato de comida o a una mesa. Un espacio en torno a cuya chimenea antes se reunían las familias esperando el puchero o combatiendo el frío, y ahora lo hacen junto a modernas encimeras de diseños inimaginables y electrodomésticos de última generación.
¿Qué ocurre en una cocina?
Este estudio, elaborado por el Instituto Silestone, abarca temas como el tipo de alimentación que se prepara en ella, quién cocina habitualmente en casa, hasta temas ambientales como el porcentaje de familias que separan habitualmente los residuos domésticos. El estudio ha sido elaborado con las opiniones de 23 expertos internacionales y los resultados han sido extraídos de las encuestas a ciudadanos en nueve países.
Entre los resultados, se encuentran datos como que la cocina es punto de encuentro familiar en las comidas -un 43% de los casos-, centro de control nutricional y de salud -el 62% cuida más de su alimentación y el 31 % recurre menos a los alimentos precocinados-, área de gratificación y aprendizaje personal al cocinar, espacio donde trabajar o recibir a invitados –un 40%- y plataforma de acciones para proteger el medio ambiente -el 78% separa correctamente la basura, reutiliza más que antes y reduce el consumo de energía y agua-.
El 78% separa la basura, reutiliza más y reduce el consumo de agua y energía.
En el coloquio participar Diego Gallegos, chef del restaurante Sollo, que adelantó algunas de las tendencias por las que irá la alimentación del siglo XXI. En sus fogones, que cuentan con una estrella Michelin, se cocina pescado procedente de su propia explotación gracias a un acuerdo con la Universidad de Málaga que permitió poner en marcha la explotación.
Hoy las especies de pescado que se sirven en el Sollo son especies que están al cuidado de un biólogo, y en cuya investigación invierte cada año sesenta mil euros. Al finalizar el acto el catering, como no podía ser de otra manera, estuvo compuesto por platos de este innovador cocinero.
También participaron en el coloquio la arquitecta Adelina Salinas, del estudio de Zoi Arquitectura, quien recordó el espacio tan importante que juega este espacio en su vida familiar. Algo que también hizo Pilar Navarro, responsable de comunicación de Cosentino España, recordando que es el sitio de la casa donde se reencuentra con su familia al final del día.
El coloquio estuvo moderado por el periodista David Baños.