La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y WWF lamentan que el plan para la protección del Mar Menor se queda solamente en propuestas convencionales para la imagen de las playas.
Las organizaciones han remitido a la Directora General de la Costa y del Mar, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, un documento de sugerencias al Plan para la Protección del Borde Litoral del Mar Menor.
Sin soluciones basadas en la naturaleza
ANSE y WWF lamentan que el Plan no proponga soluciones basadas en la Naturaleza, y sí, por el contrario, soluciones exclusivamente ingenieriles entre las actuaciones prioritarias como la construcción y prolongación de diques, traslado de arena entre unos puntos y otros, extracción de lodos o nuevos aportes de arenas que no constituyen soluciones definitivas, como así lo reconoce el mismo documento, y que habrá que mantenerlas anualmente, independientemente de su elevado impacto ambiental y coste económico.
El documento reconoce, en el apartado sobre puertos deportivos, que los mismos han conllevado un elevado impacto sobre el Mar Menor pero no plantea ninguna propuesta para eliminar ninguno de los puertos existentes, por ejemplo, aquellos de mayor impacto o en los casos en que las concesiones de ocupación del dominio público marítimo-terrestre (DMPT) hubieran caducado.
Rotura de paseos marítimos
El Plan prevé una afección negativa elevada para el año 2040 por impactos asociados al cambio climático en lugares como la ensenada del Pudrimel o la zona norte de la Playa del Estacio, además de socavación de algunos tramos y rebase con rotura de paseos marítimos, y en el caso de la orilla interior de La Manga “… la elevada rigidez de prácticamente toda la costa interior de La Manga, donde se alternan tramos de invasión urbana y de revestimientos longitudinales con fines diversos, impedirá que los efectos de la subida del nivel del mar puedan ser absorbidos por sus playas, lo que provocará un estado mayor de inseguridad futura”.
Sin embargo, no incluyen entre las actuaciones previstas algunas que ayudarían a solucionar el problema en origen, y que ya fueron incluidas en la “Estrategia para la sostenibilidad de la costa” como la compra de terrenos no urbanizados del DMPT, liberar parte de la costa mediante la demolición de las construcciones en las zonas más expuestas o la restauración de la franja costera de la Caleta del Estacio, afectada por las obras de Puerto Mayor.
Valores ambientales de los arenales costeros
A la hora de evaluar las prioridades ambientales, el documento olvida la presencia de elevados valores ambientales en los arenales costeros, como la existencia de especies endémicas como la esparraguera del Mar Menor (Asparagus macrorrhizus), especie endémica a escala mundial del sureste de la Región de Murcia y cuyo núcleo principal se localiza en zonas donde existe una fuerte presión urbanística de La Manga, o de poblaciones de especies de fauna En Peligro como el fartet (Aphanius iberus) y la anguila (Anguilla anguilla) en algunas zonas costeras donde se proponen diferentes actuaciones.
El Plan olvida también la retirada masiva desde hace años de miles de Tm de arribazones de Posidonia oceanica (incluido un importante porcentaje de arena) en el frente mediterráneo de La Manga, para las que WWF y ANSE proponen su manejo in situ, que evite el traslado al Campo de Cartagena y a vertederos de un elemento de gran relevancia para la mitigación de la acción del oleaje en diferentes puntos.
El documento indica, con respecto a la revisión del deslinde, que se llevará a cabo con criterios más exigentes desde el punto de vista medioambiental, “…al objeto de incorporar al DPMT los terrenos con características naturales propias del mismo”, sin especificar ni como, ni cuando, ni aportar planos con una aproximación al futuro deslinde.
Por último, las organizaciones destacan que el Plan, que deberá someterse a Evaluación Estratégica por afectar a red Natura 2000, propone un manejo que requerirá de proyectos específicos de gestión del sedimento y control periódico en numerosas playas, donde el denominado reperfilado requerirá de un mantenimiento anual, por lo que piden que el Plan sea acompañado por una Memoria Económica valorando las diferentes actuaciones propuestas, por fases, incluyendo los costes del mantenimiento posterior de las actuaciones a desarrollar, y así poder valorar adecuadamente las más útiles desde un punto de vista ambiental, económico y social.