Igualdad de género y conservación ambiental
El reto de conocer la realidad y la responsabilidad de actuar sobre ella.
El reto de conocer la realidad y la responsabilidad de actuar sobre ella.
Francisco Gabriel Acién, José María Fernández, Emilio Molina y Mª Carmen Cerón, investigadores del grupo Biotecnología de Algas Marinas de la Universidad de Almería, han presentado en 2007 la solicitud de dos patentes que se sumarían a las diez invenciones desarrolladas en el Campus. Ambas se basan en el desarrollo de procesos de obtención de compuestos de gran interés a partir de microalgas marinas.
Investigadores del grupo Automática, Electrónica y Robótica de la Universidad de Almería, dirigidos por el doctor José Luis Guzmán Sánchez, en el proyecto europeo Futurefarm, financiado por el VII Programa Marco de la Unión Europea con tres millones de euros. Mediante este estudio, 18 grupos de investigación procedentes de diferentes universidades y empresas europeas persiguen desarrollar herramientas y tecnologías que permitan mejorar los procesos agrícolas y reducir el impacto medioambiental que causa su explotación.
Los expertos almerienses, bajo la dirección del profesor Eldert van Henten de la Universidad de Wageningen (Holanda), son los responsables del Work Package 6, dedicado al estudio y desarrollo de las tareas de robótica. El objetivoes aportar soluciones tecnológicas de una mayor eficiencia energética y un mínimo impacto ambiental. Al mismo tiempo, esta técnica debe permitir la realización de funciones que resulten peligrosas para la salud de los trabajadores.
La Tercera edición del Congreso Internacional de Historia de la Transición en España reunía en nuestra ciudad a cerca de doscientas personas, entre ponentes e inscritos, para ofrecer un visión plural y desde la historia sobre el papel que jugaron los medios de comunicación en nuestro proceso de transición hacia la democracia.
Investigadores de la Universidad de Almería han descubierto trece especies de insectos desconocidas para la ciencia. Para hacerlo no han tenido que irse ni valles lejanos ni a montañas remotas, los han encontrado en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Nijar. Otros noventa taxones que están todavía bajo estudio podrían ampliar la lista de nuevos vecinos en el entorno natural más emblemático de la provincia.
IPTV Solution, Corpore Sano y Biogoleden son las últimas empresas fundadas por investigadores de la UAL.
El programa Campus, de la Consejería de Innovación Ciencia y Empresa, pretende fomentar la creación de Empresas de Base Tecnológica surgidas desde la universidad. Son las llamadas Spin-off. Los tres proyectos presentados el mes pasado pasan a engrosar la lista de las catorce iniciativas que hasta ahora habían surgido de los grupos de investigación de la UAL.
Ésta noche se hará la entrega del trofeo al mejor jugador de la U.D. Almería en la actual temporada. Se trata de un premio otorgado por los propios aficionados a través de la votación realizada en la web oficial del equipo almeriense.
Investigadores del grupo de Estudios del Tiempo Presente de la UAL localizan diecinueve enterramientos colectivos de represaliados durante la Guerra Civil. Su trabajo se enmarca en el Mapa de Fosas de Andalucía y servirá a la Junta para aplicar la nueva Ley de Memoria Histórica. Los descendientes podrán conocer el paradero de sus familiares a través de Internet.
La lucha biológica se ha convertido en los últimos años en la solución más eficaz para lograr una agricultura más limpia y sostenible. Miles de insectos beneficiosos para los cultivos son introducidos en los invernaderos cosecha tras cosecha para luchar contra unas plagas a las que hace apenas unos años sólo se las podía combatir con pesticidas. Centros como el IFAPA, la UAL, Las Palmerillas, o la empresa Agrobío han conseguido importantes éxitos en en los últimos meses.
Desde su creación en 1979 el IFAPA de La Mojonera ha ido de la mano del sector agrícola almeriense. Actualmente es un centro de investigación, formación y transferencia tecnológica de los más punteros en cuanto a agricultura se refiere.
Entre sus varias líneas de investigación el control biológico ha pasado a convertirse en los últimos años en una apuesta obligada por las exigencias de productores y consumidores.
Entre los proyectos estrella en los que participa el IFAPA se encuentra Mediodía. Un proyecto de investigación industrial, acrónimo de Multiplicación de Esfuerzos para el Desarrollo, Innovación, Optimización y Diseño de Invernaderos Avanzados, que ha sido uno de los quince proyectos merecedores del apoyo del programa de Consorcios Estratégicos Nacionales de Investigación Tecnológica (CENIT) en su segunda convocatoria (2007-2010).
El objetivo general del proyecto es realizar una investigación de carácter estratégico en el campo de la agricultura bajo plástico que permita el desarrollo de un nuevo concepto de invernadero avanzado, altamente automatizado, eficiente en el consumo de energía y agua y que permita cultivos diversificados y rentables en cualquier época del año en distintos climas españoles, mediante un sistema de producción integrada.
El proyecto contempla desarrollos en el área de materiales (para la cubierta, estructura y sustrato del invernadero), sistemas electromecánicos (climatización, movimiento de plantas, fertirrigación y fertilización carbónica) y sistemas biológicos auxiliares (polinizadores y lucha integrada).
Así mismo, este proyecto está trabajando sobre la gestión de productos (clasificación, procesado y envasado de vegetales), co-productos y residuos y sobre el suministro de energía y agua renovables a agrupaciones de invernaderos.
En Mediodía participan 11 empresas líderes en sus sectores, entre las que se encuentran Acciona, Agrobío, Repsol YPF, o Cajamar, entre otras, además de 26 organismos de investigación entre los que se encuentra el IFAPA y la Universidad de Almería, a través del investigador Tomás Cabello.
El proyecto pretende apoyar al sector de la agricultura intensiva, uno de los subsectores agrarios más significativos, y permitirá situar a España a la vanguardia de la tecnología agroalimentaria, pasando de ser compradores de tecnología a ser un referente europeo y mundial. Sus resultados irán, además, más allá del propio sector agroalimentario, impulsando otras actividades industriales y de servicios.
Dentro de este gran proyecto nacional el IFAPA desarrolla, junto con la empresa Agrobío, un proyecto específico relacionado con la selección de especies vegetales autóctonas como refugio de depredadores y su introducción en los invernaderos para favorecer la inoculación y dispersión temprana de los organismos beneficiosos, mejorando así los actuales programas de control biológico de plagas.
Para traducir este título hablamos con María del Mar Téllez, investigadora principal del proyecto. Según esta experta en lucha biológica el objetivo de esta línea de trabajo es la introducción temprana de la fauna auxiliar en el invernadero o sea los insectos beneficiosos, como es el caso del Orius.
Lo que los investigadores del IFAPA, (la estación Las palmerillas de cajamar, no participa en esta línea de trabajo) están tratando de hacer es buscar plantas autóctonas silvestres que sirvan como refugio al Orius dentro del invernadero de forma temprana mientras el cultivo no entra en flor. Así, cuando el cultivo entra en floración el Orius ya está instalado y puede combatir las plagas de una forma biológica.
Una de estas plantas es el mastranzo (Mentha suaveolens), también conocido con nombres como Hierbabuena de burro, Cananga, Hierba sapera, Matapulgas, Montraste, Padrastro, Sacuy, Yerba de la pulga, Hierbabuena bastarda, Hierba de sapos, entre otros.
Se trata de una planta bastante conocida que se encuentra de forma natural en el Poniente almeriense, y que muchos agricultores recogen del campo para introducirla dentro del invernadero, por la gran abundancia de Orius presentes en las mismas.
La planta es tan beneficiosa para la lucha biológica que el Ayuntamiento de El Ejido plató especie en varias rotondas de la localidad.
Según María del Mar Téllez, esta planta es de gran interés como refugio de Orius, sin embargo ella asegura que hay que ser prudente con las plantas que se recogen directamente de la naturaleza. En primer lugar porque puede suponer el exterminio de una especie que vive de forma natural y además porque con esta planta también podemos introducir en el invernadero otras plagas, que pueden llegar a producir daños en el cultivo. La utilización de estas plantas dentro de los invernaderos requiere un mayor conocimiento de su control y manejo.
Según Téllez, además de esta planta el objetivo es buscar otras similares, que sean buenos refugios no solo de Orius, sino de otras especies de enemigos naturales, evaluándose diversos aspecto como si son reservorio de los principales virus que afectan a hortícola, épocas de floración, época de introducción en el invernadero. Por eso se buscan otras especies que sustituyan o complementen al mastranzo como planta refugio para combatir las plagas de los cultivos.
El centro de investigación está desarrollando además un proyecto para la identificación de enemigos naturales autóctonos que aparecen de forma espontánea en los invernaderos, como es el caso de los parasitoides de la plaga del minador de hoja.
Actualmente, el control biológico de minadores se realiza mediante sueltas del parasitoide Diglyphus isaea, puesto que es la única especie disponible comercialmente. Se trata de un himenóptero que ejerce un importante control biológico sobre los principales especies de minadores de hoja del genero Liriomyza y es considerado como uno de los enemigos naturales mas eficientes en cultivos hortícolas de invernadero.
Sin embargo, los estudios realizados desde el Centro IFAPA de La Mojonera ponen de manifiesto que existen un importante numero de especies de parasitoides que pueden ejercer un control natural de la plaga y que aparecen de forma espontánea dentro de los invernaderos. Destacan cinco especies por su frecuencia y abundancia en las diferentes ciclos de cultivo, especialmente significativa es la presencia de la especie Chrysonotomyia formosa, que destaca por su gran abundancia principalmente en ciclos de otoño.
El pasado mes de marzo un grupo de investigadores de varias universidades, del que formaba parte el. profesor de la UAL José María Calaforra, viajaron a la isla chilena de Pascua para conocer más sobre uno de los pueblos más enigmáticos de la prehistoria, los Rapanui. Un pueblo que disfrutó de recursos naturales en abundancia y cuya explotación insostenible durante más de mil años acabó con su propia extinción.
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