Una nueva investigación realizada por paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis y publicada en la revista científica Palaeoworld permite la diferenciación de las icnitas (huellas fósiles) de grandes dinosaurios ornitópodos procedentes de una de las formaciones geológicas que afloran en la provincia de Teruel (España), la Formación Areniscas de Camarillas.
Los dinosaurios ornitópodos se caracterizaban por comer plantas, por poder caminar de forma bípeda y/o cuadrúpeda, por presentar un pico córneo y un cuello corto y carecer de “armadura”. La Formación Camarillas está representada principalmente por depósitos fluviales con cierta influencia marina y tiene una edad aproximada de unos 125 millones de años (Cretácico Inferior).
La muestra icnológica está constituida por diecinueve nuevas huellas de pies y dos de manos que están preservadas en forma de relleno (contramoldes) y que proceden de los municipios turolenses de El Castellar y Cabra de Mora.
El análisis sobre la variación morfológica de las icnitas permite discernir dos grupos bien diferentes. El primero está representado por icnitas de pequeño a gran tamaño (de 10 a 50 cm de longitud aproximadamente) y el segundo por icnitas de mediano tamaño (de unos 20 a 30 cm de longitud). La diferencia principal entre ambos grupos está relacionada fundamentalmente, con las proporciones de longitud y anchura de las huellas, siendo las pertenecientes al primer conjunto más largas proporcionalmente que las integrantes del segundo, que tienen una morfología aún más simétrica.
Según Josué García Cobeña, primer autor de la publicación, “las investigaciones reflejan que los diferentes individuos productores pudieron tener una altura hasta la cadera que variaría entre los 48 centímetros y los 2,5 metros. Esta variación en tamaño, junto con las similitudes que se observan entre las huellas del primer grupo, indicaría que son icnitas que representan las pisadas de individuos de diferentes edades, desde juveniles hasta adultos».
Este mismo experto explica que «la asociación de dos pequeñas icnitas de los pies (de 10,2 y 14 cm) con las correspondientes icnitas de las manos (de 2,3 y 2,4 cm) de los mismos individuos productores, atribuidos a Iguanodon, refleja una tendencia de locomoción cuadrúpeda durante todo su desarrollo ontogenético. Huellas tan pequeñas de dinosaurios ornitópodos del Cretácico son extremadamente escasas en el mundo, aún más cuando el pie y la mano están asociados”.
Alberto Cobos, director-gerente de la Fundación Dinópolis y coautor de la publicación señala que “la presencia de ciertas características en las icnitas y su comparación con los huesos de los pies de algunos dinosaurios indica, al menos, dos tipos de ornitópodos productores: uno robusto, que atribuimos a Iguanodon galvensis, hallado también en la misma formación geológica y que pudo alcanzar unos 10 metros de longitud, y otro más grácil, posiblemente relacionado con un ornitópodo de menos de 6 metros, como Morelladon o Mantellisaurus”.
Por último, el trabajo hace hincapié en la presencia mayoritaria de huellas atribuibles a grandes ornitópodos en los sistemas fluviales del Cretácico Inferior respecto a otros grupos de dinosaurios, lo que evidencia que estos animales tendrían predilección por estos ambientes donde, no sólo podrían alimentarse, sino también protegerse o nidificar, entre otros aspectos.