Una audiencia entregada y un salón de actos a rebosar recibió en Málaga a Miguel Ríos, quien en poco más de hora y media ha resumido sus más de cinco décadas como estrella del rock nacional, una carrera que comenzó en pleno franquismo pero que se desarrolló en los años de la Transición. Ahora prosigue, con una serie de actos públicos y apariciones esporádicas en conciertos. La diferencia, en lo que se refiere a la influencia de la música en el sistema social, es que antes hubo un tipo de canción hegemónica que trascendió del mundo del espectáculo a la política, cosa que no ocurre en la actualidad.
“La Transición nos dio a los músicos la oportunidad de ser influyentes”. La frase, del propio Miguel Ríos, define el núcleo de la charla-diálogo que ha ofrecido en el Rectorado, durante su participación en el ciclo ‘Historia, documentos y sociedad: 1968 y la Transición española’, organizado por el Vicerrectorado de Proyectos Estratégicos. En el diálogo con el artista han participado los profesores del Área de Música de las universidades de Málaga y Granada María José de la Torre y Diego García Peinazo.
“Sobresaliente músico y referente en el rock nacional del siglo XX”. Con estos dos calificativos ha resumido De la Torre al invitado, quien ha echado mano en todo momento al sentido del humor para recordar sus inicios, sus éxitos e innumerables anécdotas de su larga carrera.
Para empezar, ha reconocido que los inicios del rock español, allá por los años sesenta, se debieron a la necesidad de imitar lo que venía de fuera. “Decíamos ‘Come on, baby’ y no teníamos ni idea de lo que significaba”, ha dicho, riendo, al tiempo que ha asegurado que “nos abrazamos a la fe del rock & roll para sentirnos diferentes y, de hecho, lo conseguimos, porque solo por nuestra estética éramos mucho más visibles que cualquiera que perteneciera a una célula del PCE”.
Eran los sesenta unos años en los que el No-Do ridiculizaba a Elvis Presley o a los Beatles, pero en España ya se iba gestando un tipo de música rompedora con los estereotipos. Un rock impostado que imitaba estética y contenido. “El hábito hacía al monje”, señala Ríos. Surgieron entonces grupos y solistas –entre ellos –Triana, Serrat, Víctor Manuel, Leño, Topo, Asfalto…- “que cogieron los mismos tres acordes del rock, pero que hablaban de libertad y de lugares cercanos; de su barrio, no de rubias de California…”
“Este mensaje fue el combustible que se utilizó en esos años. Antes, comulgábamos con ruedas de molino. Ahora, tenemos la oportunidad de no hacerlo, porque sabemos que todo era mentira”, ha continuado diciendo.
No obstante, los músicos de entonces también sabían de las mentiras del régimen, pero lo que a Miguel Ríos le hizo “caer del guindo (sic)” fue el Himno de la Alegría. “Aquella canción me dio la oportunidad de viajar, de conocer el mundo y de saber que el “Spain is different’ era verdad, pero por cosas negativas”.
Pasaron los años y aquel chico que trabajaba en una tienda de discos y se lanzó a sus primeros conciertos fue una estrella del rock y un referente musical. “Sufrimos censura, las pasamos canutas en ocasiones, pero al final la política se dio cuenta del calado de la gente joven. En la canción está la redención. La calle era nuestra y descubrimos un país desconocido en el que vivíamos”.
Y así hasta ahora, cuando la música no es tan influyente “pese a que hay grupos y canciones buenas”. A su juicio, “en esta segunda Transición, en vez de evolución estamos viviendo una regresión”. Por eso aboga por seguir enarbolando banderas, si bien dice que a su edad –casi 75 años- “tengo una necesidad menor de estar detrás de la pancarta”.
Ciclo ‘Historia, documentos y sociedad: 1968 y la Transición Española’
El Ciclo «Historia, documentos y sociedad: 1968 y la Transición Española» forma parte de un proyecto de colaboración entre la Universidad de Málaga (Vicerrectorado de Proyectos Estratégicos, Sede Polo Digital) y el Archivo Histórico Provincial de Málaga. La actividad pretende estimular la reflexión y el debate sobre este período de nuestra Historia reciente y sobre la influencia y las lecturas que del mismo se realizan en la actualidad. Las sesiones están articuladas en forma de diálogos y están protagonizadas por personas relevantes de la vida cultural y académica española.