El Paraninfo de la Universidad de Almería (UAL) acoge durante toda esta semana a más de medio millar de científicos, especialistas en varias disciplinas y con presencia internacional, en el XVI Congreso Nacional de la Asociación Española de Ecología Terrestre. En la organización colabora el Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global (CAESCG) de la Universidad de Almería, y en su lema se resume el objetivo de fondo: ‘La Ecología en una biosfera humanizada’. Así, incidirá en el papel clave que el conocimiento científico tiene en la resolución de los problemas ambientales que afectan a la humanidad en el siglo XXI.
Ha sido inaugurado por el rector en funciones, Carmelo Rodríguez, junto a la secretaria general de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, María del Mar Plaza, y el concejal de Sostenibilidad Medioambiental y Energética del Ayuntamiento de Almería, Antonio Urdiales, los tres arropando a Ignasi Bartomeus, presidente de la AEET, y Jacoba Salinas, profesora de Botánica de la UAL y responsable del Grupo de Investigación ‘Ecozonar’, siendo la representante del Comité Organizador del congreso. Por delante, un programa muy completo con seis ponencias plenarias y dos mesas redondas que buscan la participación social, más jornadas de campo en los espacios naturales protegidos de la provincia.
Carmelo Rodríguez ha dado la bienvenida y ha destacado que “vivimos en un momento crítico para nuestro planeta, estamos en una era en la que la actividad humana está teniendo un impacto profundo y a menudo negativo en el medio ambiente”. Ha abundado en esa contextualización: “Es un momento en el que es importante profundizar en el concepto del Antropoceno, porque es un término no solo con una etiqueta científica, sino que es una llamada urgente a la educación y a la salud, ya que cada día somos testigos de más evidencias que señalan la alteración del ecosistema, de la actividad de la biología, de la biodiversidad…”. Se ha referido, como no, al cambio climático, “una de las amenazas más apremiantes y complejas que afronta la humanidad”.
El rector ha recordado que “los nuevos retos y desafíos que hay ahora sobre la mesa han anticipado la necesidad inevitable de que reportemos nuevos escenarios de desarrollo y de convivencia”, apoyado en que “los informes científicos son claros y la ventada de oportunidades para evitar consecuencias catastróficas se está cerrando rápidamente”. Por ello ha enfatizado en la idea de “cambio acelerado en el que nos encontramos”, ante lo que cabe “redefinir las líneas estratégicas”. Ha manifestado que se hace “necesaria la colaboración intersectorial”.
María del Mar Plaza ha explicado que de la Secretaría General de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul que ella dirige “dependen competencias tales como la ejecución y la coordinación de las políticas de medio ambiente, las políticas de mitigación y adaptación al cambio climático para hacer una transición hacia un nuevo modelo energético, y la conservación, el uso sostenible y la restauración de patrimonio natural y la biodiversidad de Andalucía”. Ha hecho mención a “los instrumentos” que se utilizan en tales fines y se ha centrado en “la estrategia de biodiversidad y la neutralidad climática, ese objetivo que se ha impuesto desde la UE para el año 2050”. Se está alineado igualmente con la Agenda 2030, concretamente el objetivo 15, añadiendo un a referencia a la EMMA, la Estrategia Marco de Medio Ambiente, “que es el gran paraguas que promueve el medio ambiente en Andalucía”.
Por su parte, el concejal Antonio Urdiales ha puesto un tono optimista al comentar que “tenemos a nuestro favor un hecho en el que se sustenta precisamente la clave de este congreso: somos una de las primeras generaciones, por no decir la primera, que cuentan con la información necesaria para realizar cambios positivos”. Ha puesto el futuro en manos de los científicos, “que lo han señalado con claridad y determinación”, hablándoles directamente: “Vosotros lo estáis señalando, pero no es suficiente que en unos lugares se corrijan y en otros todavía no vayan en la buena dirección, porque los recursos de nuestro planeta no son infinitos”. Es cuestión de responsabilidad y concienciación en muchos ámbitos, sobre todo sabiendo que “estaremos entrando en una era urbana, en la que se prevé que en 2050 el 75% de la población mundial viva en ciudades con entornos periubanos”.
Ignasi Bartomeus ha puesto en valor el trabajo realizado para sacar adelante el congreso, “desde la renovación de talleres hasta la organización de las actividades para investigadores e investigadoras en etapas tempranas de su carrera, el equipo de coordinación local ha hecho un esfuerzo titánico”, y además ha realizado una llamada a filas: “La ecología está entrando en un momento donde es quizá más necesaria que nunca, un momento de emergencia climática; el cambio global afecta a prácticamente todos los aspectos de nuestra vida de forma más directa o indirecta, y como ecólogos debemos implicarnos en poder dar soluciones a estas amenazas, sabiendo que la ciencia que hacemos nunca ha estado más relacionada con la política”.
Después la palabra la ha tomado Jacoba Salinas para hacer una mención especial a Hermelindo Castro, recientemente fallecido: “Seguro que estaría encantado de compartir un instrumento donde conocer y debatir sobre los últimos avances científicos”. Ha avisado de que este congreso demostrará “que existe un nutrido grupo de investigadores de alto nivel dedicados a aportar soluciones”. El intercambio y divulgación de los resultados de investigación más relevantes está en marcha con epicentro en la Universidad de Almería.