Leguminosas como las habas y los guisantes pueden reducir la aportación de fertilizantes con nitrógeno que contaminan los acuífieros, gracias a su capacidad para absorber el nitrógeno del aire.Investigadores y técnicos agrícolas, participaron, ayer, en una jornada de la Red Ruena sobre el uso eficiente del nitrógeno, celebrada en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).
“Las leguminosas son capaces de absorber el nitrógeno directamente del aire, gracias a unas bacterias, por lo que necesitan una tercera o cuarta de la aportación de fertilizantes nitrogenados que otros cultivos”, ha explicado el catedrático Juan Antonio Fernández. “Introducir las leguminosas en la rotación de cultivos o en los huecos de producciones intensivas mejora las propiedades del terreno, fijando nitrógeno que puede ser utilizado por las siguientes plantaciones”, ha añadido.
La Politécnica de Cartagena participa en el proyecto Eurolegume de promoción de las legumbres para consumo humano y animal frente a la actual ‘sojadependencia’, buscando nuevos productos comerciales como un puré altamente proteico como alternativa al guacamole.
Por su parte, el también investigador de la UPCT Ángel Faz ha presentado su patentada técnica para minimizar el aporte de nutrientes químicos utilizando el purín que generan las explotaciones porcinas. “Valorizamos los residuos a la carta, en función del purín que se genere, de la superficie agraria útil y acorde con las necesidades del cultivo, para que no se acumulen nutrientes contaminantes”, ha detallado el responsable del grupo de investigación GARSA.
Correcto uso del estiércol
Además de investigadores de la UPCT, en la jornada han participado expertos de la Universidad de Almería, de la Estación Experimental de Cajamar, del CEBAS y del IMIDA. Francisco del Amor ha presentado los proyectos de este último centro para la optimización de los fertilizantes nitrogenados, tanto orgánicos como inorgánicos, explicando técnicas de aplicación para su uso eficaz y eficiente en cultivos bajo invernadero, con suelo o sin suelo.
El IMIDA recomienda a los agricultores conocer en todo momento la demanda de agua y nutrientes del cultivo para minimizar el uso de estos fertilizantes, tanto en agricultura convencional como ecológica, en la que el correcto uso del estiércol disminuye la lixiviación de nitratos.
El protocolo de actuación incluye medidas como “la recirculación de la disolución nutritiva, la fertilización folial nitrogenada y el correcto uso del caudal y la frecuencia de la fertirrigación para evitar la percolación hacia los acuíferos”, detalla del Amor.
“Los agricultores deben hacerse cargo del problema, cumplir con la normativa europea no es suficiente debido a nuestro clima. Sin lluvia, a los acuíferos no llega otra agua que la que se filtra del riego”, ha señalado el investigador.