El Área de Cooperación al Desarrollo y Voluntariado del Vicerrectorado de Relaciones Internacionales de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche, junto a la Cátedra Institucional Sede de la UMH en Ruanda, coordinan la ampliación y modernización de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el Hospital de Nemba, en el distrito de Garenke (Ruanda), para combatir el Covid-19.
La reforma dotará al Hospital de una UCI con 7 camas, preparadas para la monitorización y la administración de oxígeno a presiones adecuadas a pacientes críticos.
La oxigenoterapia con flujo adecuado del gas en sus diversas modalidades es un pilar básico para el tratamiento de los pacientes afectados de Covid-19. A pesar de que por el momento la incidencia de la pandemia en este país africano es baja, es previsible un aumento dramático de la misma en un futuro próximo.
Tratamiento adecuado para pacientes de Covid-19
Por lo tanto, la Cooperación Universitaria al Desarrollo en Ruanda de la UMH permitirá que los pacientes afectados de Covid-19 que padezcan el síndrome respiratorio agudo grave (en sus siglas en inglés, SARS) sean tratados adecuadamente, lo que contribuirá a salvar numerosas vidas. La Unidad de Cuidados Intensivos será útil, no sólo para el tratamiento de los pacientes con Covid-19, sino también para el de pacientes críticos, afectados por otras patologías graves como infarto agudo de miocardio, rotura de bazo, politraumatismos, etc.
La reforma de la UCI ha sido diseñada con el asesoramiento del especialista en cuidados intensivos y miembro del Consejo Asesor de la Cátedra Institucional Sede de la UMH en Ruanda Francisco Colomina. Por su parte, el director de la Cátedra Institucional Sede de la UMH en Ruanda, Mariano Pérez Arroyo, será el encargado de supervisar las obras.
En la actualidad, el Hospital de Nemba atiende a una población de, aproximadamente, 350.000 habitantes. La UCI de este hospital cuenta con cinco camas, aunque únicamente dos de ellas están dotadas de aparataje apropiado para monitorizar a pacientes en estado crítico, sin posibilidad de administración de oxígeno. Las otras tres camas no tienen ningún aparataje de monitorización de este tipo de pacientes, por lo que no se pueden considerar camas de cuidados intensivos.
