Como ya informó Novaciencia hace unas semanas, científicos españoles han logrado descifrar la secuencia completa del ADN del trigo, un hallazgo muy importante, en el que junto al CSIC también han participado investigadores de la Universidad de Málaga, así como de unas 70 instituciones de diferentes países que han investigado durante más de una década. La investigación ha sido publicada por la prestigiosa revista científica ’Science’ y abre la puerta a generar variedades más nutritivas y resistentes de este cereal, el más cultivado del mundo.
En concreto, la participación de la UMA, desarrollada por el profesor de la Escuela de Informática Sergio Gálvez, y del CSIC, mediante la investigadora del Instituto de Agricultura Sostenible Pilar Hernández, ha servido para el análisis de dos de los cromosomas del trigo.
Un proyecto del Plan Nacional que, aunque oficialmente arrancó en 2005 con la celebración de una reunión genómica de plantas, ya comenzó a fraguarse mucho antes y que ha sido posible gracias a las mejoras de las técnicas de secuenciación y el diseño de herramientas bioinformáticas para tal fin.
En este sentido, el profesor Gálvez destaca el papel de la informática aplicada en todo el proceso de análisis. “Actualmente, los métodos físicos de secuenciación producen un puzle de miles de millones de piezas que únicamente se han podido encajar gracias a métodos informáticos ejecutados en ordenadores de gran rendimiento. Ha sido la unión automática e inteligente de esas piezas la que ha dado lugar a las 21 secuencias de ADN que representan el genoma del trigo”, afirma.
Mejores plantas y más producción
La secuenciación completa del ADN del trigo, además de permitir seleccionar genes que produzcan mejores plantas, lo que, según los expertos, se traducirá en la obtención de nuevas variedades más resistentes a enfermedades y ante el cambio climático, avanzará también el objetivo de aumentar la producción sin incrementar la superficie de cultivo.
Un trabajo ambicioso, por la complejidad que supone el estudio del genoma del trigo, pero que, de forma inédita, ha logrado la identificación de 107.891 genes responsables del desarrollo, la maduración y las características nutricionales del tejido que compone el grano de este cereal.